De manera sorpresiva, el Comité Permanente de Ciudadanos designó el pasado 20 de agosto a Carlos Carrizosa (Barcelona, 1964) candidato de este partido a las próximas elecciones autonómicas en Cataluña en sustitución de Lorena Roldán. La explicación dada: contribuir a armar una candidatura constitucionalista de unidad junto al PSCy el PP. -El ofrecimiento a PSC y PP no ha tenido buena respuesta. —No están mostrando un excesivo entusiasmo, cierto, pero entiendo que se debe a cálculos partidistas. En Cataluña deberíamos estar por encima de las siglas, porque nuestro electorado lo está. El final del «procés» y la crisis de la Covid nos hace estar convencidos de que sumando juntos Ciudadanos, PSC y PPpodemos batir al nacionalismo y abrir una nueva etapa. Lo debemos hacer. -PP y PSC alegan que la situación no es como en 2017, que las próximas elecciones no van a ser plebiscitarias. —En 2017 ganamos las elecciones. Nos presentamos con la mejor candidata, Inés Arrimadas, y un historial de defensa irreprochable de los derechos de los ciudadanos y de la igualdad de todos los españoles. Ese liderazgo no lo hemos perdido jamás. Y creo que precisamente por ese liderazgo nos corresponde liderar el ámbito constitucionalista y ofrecer a los electores algo que les ilusione y suponga un revulsivo. Lo que ustedes quieren es perpetuar la política de bloques, denuncia el PSC. —Al PSC le pedimos que acepte el reto, aunque no se me esconde la dificultad de llevar al socialismo a un terreno inequívocamente constitucionalista. Ya sabemos que parte de la responsabilidad de haber llegado hasta aquí es del PSOE y del PSC. Su tibieza en la defensa del principio de unión les llevó en su momento a formar el tripartito con ERC e ICV, y hoy esa tibieza llevó a que Sánchez fuese investido con los votos de Rufián y de Otegui. No se trata de bloques, sino de dar carpetazo de verdad al nacionalismo. Le decimos al PSC, el momento es ahora. No me voy a cansar de decirle a Iceta que haga lo que la mayor parte de sus votantes querrían. Pues precisamente el PP les reprocha a ustedes que se acerquen a este mismo PSOE que pactó con ERC y Bildu. —Mire, en el ámbito nacional nos sentaremos con el PSOE para evitar que los Presupuestos estén condicionados únicamente por Podemos, Otegui y Rufián. Y aquí en Cataluña nos vamos a sentar con el PSC para evitar que la política catalana esté controlada por Junqueras y Puigdemont. ¿Un acuerdo con el PP podría pasar por una coalición limitada a Gerona y Lérida? —Primero tenemos que saber quiénes integrarán esta coalición, y luego ver cómo maximizamos el voto constitucionalista. Es una pena que la disgregación de este voto haga que no se traduzca en escaños. Habrá que ver cuál es la mejor fórmula. -¿Se han fijado un plazo? ¿Con qué calendario electoral trabajan? —De momento no hay elecciones, pero sí hay una fecha clave, que es el 17 de septiembre —vista en el TS para confirmar la inhabilitación de Torra—. Si no convoca antes se podría dilatar unos cuatro meses, y a juzgar por el navajeo en el campo independentista todos dan por inevitables las elecciones. No creo que lo demoren mucho. -En un partido que hace bandera de las primarias, el cambio de Roldán por usted no sé si se ha entendido. ¿Cómo lo justifican? ¿Influyeron las encuestas? —Nos encontramos por un lado con la necesidad de agrupar el voto constitucionalista. Por otro, para Lorena Roldán, llevar a la vez la portavocía en el Senado y la coalición constitucionalista podría comprometer su libertad como portavoz en la Cámara Alta aquellas veces que tuviese que criticar al PP o al PSOE. Por eso se optó por el cambio. Ella, con generosidad, aceptó dar el paso al lado. No renunciamos a las primarias, las hicimos y las seguiremos haciendo, pero en un caso como este, en el que el elegido renuncia, los estatutos contemplan que el comité ejecutivo pueda elegir otro candidato. -¿Cómo ve el nuevo Parlament que salga de las elecciones? Parecemos condenados a no salir del bucle. —Es complicado, entre otras cosas porque el independentismo nos condena a seguir con una ley electoral que hace que el voto en la Cataluña nacionalista valga dos veces y medio más que el de la Barcelona metropolitana o Tarragona. La ley Electoral es injusta. «En Cataluña cunde el mensaje de que los políticos están por encima de la ley, y la gente traga» -¿Considera que estamos en el momento de mayor degradación institucional de Cataluña en democracia? —Absolutamente. En Cataluña cunde el mensaje de que los políticos están por encima de la ley, y la gente traga. Cuatro de los cinco últimos presidentes de la Generalitat han tenido problemas judiciales: Pujol, Mas, Puigdemont, Torra… —¿Tras los hechos de 2017 y las condenas del Supremo, el «procés» es historia? -¿Tras los hechos de 2017 y las condenas del Supremo, el «procés» es historia? —Los dirigentes golpistas han visto cuál es el destino de quienes violentan las leyes y dividen a la sociedad. El estado de derecho ha funcionado, sí. ¿Eso quiere decir que el independentismo haya abandonado su voluntad rupturista y antidemocrática? Lamentablemente, no. Bordean la línea de la legalidad y no abjuran de ese camino ilegal. Defender el independentismo, en nuestra democracia, es legal y lícito. Lo que no permite es que esos objetivos se busquen de manera ilegal. Y eso no sucede solo en Cataluña. En el Gobierno de España se integra Podemos, y se ha asentado en nuestro país una suerte de cultura del reto a la legalidad por parte de populistas nacionalistas y de izquierdas. Y eso dificulta la salida del procés. -¿En qué momento está la negociación de los Presupuestos con el PSOE? —A la espera de una primera reunión que debería celebrarse esta semana. Esto es en cuanto a la tramitación. Por lo que respecta a nuestra disposición, el objetivo es poder influir para despodemizarlos y evitar que sean Rufián, Otegui y el separatismo en general quienes decidan. Nos parece esencial que eso sea así porque va a haber mucho dinero europeo que va a haber que distribuir de manera correcta y con los condicionantes que pone la UE. -Podemos reta a Sánchez y exige excluir a Cs de la negociación. ¿Creen que el PSOE resistirá la presión? —Nosotros creemos en el interés general de España, y cuanto menos pinten quienes quieren destruir España, mejor. Ya sabemos que en Podemos prefieren que el futuro de los españoles lo condicionen Rufián y Otegui en vez de Ciudadanos. Por eso, nosotros no vamos a dejar de intentar, en una situación económica y sanitaria sin precedentes, influir en esos Presupuestos: cuanto más incómodos estén en Podemos, mejor para España. Estamos convencidos de que hay muchos más españoles que quieren unos Presupuestos alejados del populismo, que cumplan con la senda de reformas de Europa y que velen por la igualdad de los españoles. -En un momento de alerta sanitaria, la ANC no desconvoca la Diada. —Primero, denunciamos las formas coactivas, el hecho de querer rodear los edificios del Estado. Además ignoran las más elementales reglas de la prudencia. Los manifestantes se ponen en peligro, y nos poner en riesgo a todos. No hicimos Sant Jordi. Allí no les tembló el pulso. Para la ANC hay manga ancha. -La última de Quim Torra es el rechazo, luego matizado, a los rastreadores del Ejército. —Reinciden. En la primera ola de la pandemia hicieron lo mismo con las desinfecciones que hacía la UME. Ponen por encima de la vida de las personas sus intereses políticos. Esa es una de las cosas por las que es necesario desalojar al nacionalismo de la Generalitat. Espero que muchos independentistas se den cuenta de que no son un gobierno fiable. Nos llevan al desastre.
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