El sistema público de pensiones se empeña en enviar cada mes señales de alarma para llamar la atención de los políticos sin que se vislumbren en el corto plazo soluciones para apuntalar un engranaje sobre el que pesa un déficit del entorno de los 18.000 millones y una deuda de 100.000 millones. Antes fueron las tensiones políticas y ahora la pandemia: siempre hay un motivo para que los políticos no den pasos hacia una reforma que ahora vendrá impuesta por Bruselas. Será una de las condiciones para que España reciba los 140.000 millones que Pedro Sánchez ha pedido a Europa. Con este panorama el gasto en prestaciones escaló hasta 9.904 millones este mes, el 2,3% más que hace un año, según informó el ministerio de Seguridad Social. En esta nómina se abonaron casi 9,8 millones de pensiones contributivas, 10.506 prestaciones más que en julio y 21.414 más que un año antes. Y la situación se agrava porque ya no hay colchón del que poder tirar en periodos con fuertes tensiones de tesorería, como ocurre en junio y en noviembre con el pago de la doble nómina a los jubilados. Al Fondo de Reserva apenas le queda dinero para una nómina, lo que ha obligado a pagar a crédito las pensiones en los últimos años. El resultado ha sido una deuda desbordada. Antes de verano el Ejecutivo se vio obligado a salir al rescate de la Seguridad Social e inyectó más de 30.000 millones al sistema para afrontar los pagos extra. Antes de que acabe el año el órgano que paga las jubilaciones deberá endeudarse de nuevo para hacer frente a los pagos. 1.500 euros al mes es el importe que percibe del sistema un nuevo jubilado en el régimen general Desde enero hasta julio causaron alta 293.752 nuevas pensiones, un 14,8% menos que en el mismo periodo de 2019, mientras que han causado baja 317.669 pensiones, un 12,9% más que el año anterior, datos en los que influye el cierre de oficinas durante el estado de alarma, pero también la mortandad asociada a la pandemia de Covid-19 que ha afectado en mayor medida a las personas de más edad. De hecho, en abril descendió el gasto en pensiones, para después normalizarse paulatinamente, y en julio la nómina de las pensiones ya creció a ritmos del 2,3%. Así, a lo largo del mes de junio se registraron 49.521 nuevas altas de pensión, un 7,1% más que hace un año y un dato similar al del mes anterior. La prestación media del sistema, que comprende las distintas clases (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares), aumentó un 2,07% interanual en agosto, hasta 1.012,94 euros mensuales, mientras que la de jubilación subió un 2,15%, hasta 1.164,31 euros, y la de viudedad se incrementó un 1,97%, hasta 727,04 euros. Las nuevas altas de pensiones de jubilación en julio, última fecha disponible, son un 3,1% superiores a un año antes, con una media de 1.379,9 euros al mes, llegando a 1.500,5 euros para las procedentes del régimen general.
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