Tomás Cobo: «Es urgente para los médicos solventar la precariedad laboral y la desigualdad entre comunidades autónomas»

Este 27 de febrero Tomás Cobo quiere ascender un escalón más en la Organización Médica Colegial de España (OMC) y pasar de vicepresidente primero del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) a presidente. Para conseguirlo, se presenta a las elecciones con la clara voluntad de modernizar, dinamizar, agilizar y hacer más útil la organización sin dejar atrás los retos que todavía quedan por delante como la precariedad laboral y las desigualdades que sufren los médicos. Además, uno de los pilares de su candidatura, que explica a ABC en esta entrevista, es el fortalecimiento de la formación médica continuada para no quedarse atrás. ¿Por qué se presenta a la presidencia de la OMC? Me presento con la idea de modernizar, dinamizar, agilizar y hacer lo más útil posible la organización para los colegiados, que es para lo que está destinada la institución. ¿Qué cambiaría de la organización Más que cambios apostaría por la modernización. En mi generación, yo tengo 59 años, nos ha tocado vivir tres revoluciones. La de internet, que ha cambiado la manera en la que nos relacionamos, la de la globalización y ahora mismo estamos inmersos en la del 'Big Data'. Yo creo que dentro de la modernización lo que tenemos que impulsar es la digitalización de todos los procesos administrativos de los que se encarga el Consejo. Pasa por la firma electrónica que permita identificarnos como médicos en todo el mundo, pero además por tener un registro digitalizado que esté sumergido en un archivo de alta confidencialidad. En esa línea tiene que ir la modernización, pero no solo ya en la esfera puramente administrativa, que es el que ocupa a la OMC, sino en otro tema que es clave, que es la formación médica continuada y de posgrado. Y ya por último otro ámbito de modernización es la telemedicina. En ese sentido tenemos que estar también en vanguardia. SI nos alejamos de esta revolución 'Big Data' en este momento, la institución se alejará de lo que es la realidad social y del día a día del médico. ¿Cómo valora las actuaciones de la OMC durante la pandemia? Nosotros lo que hicimos desde el principio fue tratar de mantener una interlocución con la administración lo más cercana posible, que no ha sido óptima. Producto de nuestro posicionamiento e impulso es que el Tribunal Supremo requirió el 20 de abril a Sanidad que distribuyera medios de protección al personal sanitario. Lo que sí hicimos fue crear un comité de asesores y expertos con nombres y apellidos que ha emitido once informes. Esta comisión asesora ha cumplido el papel que debía desde el punto de vista científico de la profesión médica. Pero bueno, hubiéramos podido hacer más. Hemos vivido una situación de absoluta incertidumbre y todo es mejorable. El Código de Deontología Médica está en proceso de actualización, ¿qué cambios necesita? Modernización. No nos podemos quedar estancados. Hay cantidad de cosas, el 'Big Data', internet, las redes sociales, la telemedicina... Todo esto tiene que ser contemplado en el Código Deontológico porque esto es la realidad del día a día. También los estatutos necesitan una actualización para hacer una institución más ágil, más dinámica, más real y pegada a los colegiados. Es importante el tema de los médicos jóvenes. Tenemos la suerte en nuestra profesión de reclutar a los mejores expedientes de bachiller de España, que son los que entran en las facultades de medicina. Tenemos ahí una fuerza tremenda a la que la institución se tiene que acercar. En ese periodo de formación la única manera que tenemos de acercarnos a ellos es produciendo formación médica y acreditándola libre de conflictos de intereses y en un entorno internacional que es en lo que he venido trabajando como vicepresidente de la Unión Europea de Médicos Especialistas desde hace un año. La profesión médica se eleva por encima de las fronteras y la enfermedad, desafortunadamente también. Es en esa elevación en la que tenemos que ir en esa línea de europeización y de armonización de conocimientos para que la libre circulación de médicos especialistas sea una realidad en Europa. ¿Apoya o rechaza la ley de Eutanasia aprobada por el Gobierno? ¿Cree que puede comprometer a los médicos? En el tema de la eutanasia hay una serie de términos entre los que están la sedación y analgesia al final de la vida, la obstinación terapéutica -antiguamente llamado encarnizamiento terapéutico-,la adecuación del esfuerzo terapéutico, cuidados paliativos y, por fin, eutanasia y suicidio asistido. Desde la OMC tenemos que fomentar la docencia y explicar qué es cada una de esas cosas. No se puede generalizar. La realidad es que se ha aprobado una ley de eutanasia y, por otro lado, nuestro Código Deontológico apuesta por el derecho a la vida y la Asociación Médica Mundial contempla la eutanasia como un acto no ético. Estos dos intereses se confrontan. Lo que debemos de hacer con esta ley de eutanasia es tratar de ser lo más garantistas posibles. En el sentido de la objeción de conciencia yo creo que la redacción del artículo 16 de la ley de eutanasia no es óptimo. Cuando habla de un registro de médicos objetores no creo que sea adecuado porque la objeción de conciencia no es algo absoluto, sino que puede ser en un momento determinado en una circunstancia muy determinada. Como lo son los actos médicos, que no son iguales en todos los pacientes porque cada uno tiene unas peculiaridades y particularidades. La OMC debe estar vigilante a de qué manera la objeción de conciencia se va a poder realizar y además estar muy implicados en estas incertidumbres que plantea la ley de esos comités, esas comisiones de control, quién las va a formar, qué médicos, qué especialidades, quién va a nombrar esos médicos... «El 50% de los médicos y médicas de España tiene un contrato precario, trabajan 15 o 16 años con inestabilidad laboral» Durante la pandemia se ha hecho más visible que nunca el éxodo de médicos a otros países. No solo porque están mal pagados, sino por la inestabilidad laboral. ¿Qué propone para cambiar esta realidad? El Sistema Nacional de Salud es el eje vertebrador de la justicia social junto con la educación. La sanidad es cave el derecho a la salud, con lo cual, tenemos que defender nuestro modelo al máximo. Para ello hay un sistema, el de los políticos, que son los que ponen más dinero o menos para mantener ese modelo. Desafortunadamente el modelo venía ya tambaleándose en tres pilares. El primero es el de la precariedad laboral. El 50% de los médicos y médicas de España tiene un contrato precario, trabajan 15 o 16 años con inestabilidad laboral realizando el acto médico cada día. En segundo lugar, está el problema con los salarios. Si les comparas con la media de los salarios europeos está muy por debajo. Y el tercer bloque que venía siendo muy deficiente es la formación médica continuada. Nos preocupamos mucho de la formación médica especializada, de cómo se forman nuestros especialistas, pero luego cuando nos ponemos a ejercer, los profesionales tenemos cinco días al año para formación médica continuada, algo que es muy poco atendiendo a la velocidad a la que evoluciona la ciencia y la medicina hoy en día es muy poco tiempo. Esos tres factores son los que han influenciado que la gente se vaya a un país en el que le pagan mejor, que tiene más estabilidad laboral y que tiene más acceso a la formación médica continuada. Y eso es lo que tenemos que mejorar. Para ello tenemos un foro de la profesión en el que trabajamos, pero se necesita un plan más elevado, más central para la consolidación de aquellos interinos que llevan muchos años. Esto ya se hizo en el año 2000 con una ley de consolidación de empleo. Es inminentemente necesario acabar cuanto antes con la precariedad laboral ¿Cuáles son los cambios más inmediatos que necesitan los médicos? Desde lo que podemos hacer desde la OMC es agilizar al máximo y dinamizar todos los procedimientos administrativos que el médico tienen que realizar. Esto pasa por el 'Big Data' y la digitalización. También hay que potenciar la formación médica continuada. El problema inmediato que tenemos ahora es el de la precariedad laboral y de la desigualdad de salarios en España. Tenemos 17 comunidades autónomas y en cada una se paga la hora de guardia de manera diferente. Un cambio urgente, además de solventar la precariedad laboral, sería el tema de la desigualdad. Esto lo tenemos que trabajar dentro de un foro, el foro de la profesión. EN el que están representados del sindicato médico, que es el brazo laboral del foro de la profesión. ¿Qué aspectos han quedado paralizados durante la pandemia del Covid-19 y necesitan retomarse de forma urgente desde su punto de vista? Han quedado paralizados todos los proyectos de la digitalización, de la firma electrónica, formación médica continuada y especializada, el real decreto de especialidades, de recursos humanos, todo lo que vaya encaminado a esta armonización que tenemos que tener la profesión médica. Una tarea pendiente es facilitar la libre circulación de médicos especialistas. Lo digo porque me toca, yo trabajé once años en Inglaterra. Esta libre circulación de médicos en Europa sería muy enriquecedora y ayudaría en mucho a que este modelo tan justo de sanidad se extendiera de forma armonizada en toda Europa.

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