Con una sorprendente naturalidad, Chabelita Pantoja ha reconocido que Cantora es algo más que el ‘Falcon Crest’ de la prensa rosa, también la versión flamenca de ‘Amityville’. La noche en que murió Lady Di, la tonadillera sintió la presencia del espíritu de Diana de Gales. Pero no es el único fantasma que, según la familia, se pasea por los alrededores de la finca. La imagen de Francisco Rivera sentado en una moto ha sido otra de las presencias que sorprendieron a sus moradores, que debieron haberse puesto en contacto con ‘Cuarto Milenio’ en lugar de acudir al ‘Deluxe’. Pero Isabel nunca llegó a ver el fantasma del torero, muy a su pesar. Por si fuera poco, Chabelita reconoce que los avistamientos de ovnis han sido habituales. Lejos de la ciudad, sin contaminación lumínica, Cantora es perfecta para los buscadores de inteligencia extraterrestre. Porque la terrestre está en entredicho. Todos los lugares con semejante carga de energía son ideales para los amantes de las ciencias ocultas, pero a Isabel Pantoja esas cosas le dan yuyu. La razón, según Chabelita, es que «una vez le leyeron la mano y le dijeron que su marido moriría, que tendría dos hijos y su vida sería desgraciada. Nunca se la han vuelto a leer». Con razón. Con toda esta información, no sorprende la vida que lleva la tonadillera. Según su hija, «tiene el horario cambiado. No sale. Pasa las noches en vela. Se levanta, se viste para estar por casa y ya se queda en casa, en el sofá, cerca de su madre, pendiente de lo que necesite. Su gran entretenimiento es dar de comer a los gatos, tanto los que tiene como los que aparecen…». Los que aparecen, dice Chabelita, como si fuera como en aquella película de Disney, ‘El gato que vino del espacio.’
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