Jorge Javier Vázquez ha recibido a Chabelita dos años después de su última visita al ‘Deluxe’, y aunque ha empezado la entrevista bromeando sobre qué podría preguntar a la hija de Isabel Pantoja, ha ido poco a poco sonsacando a su invitada, que ha acudido con ganas de zanjar polémicas y aclarar todas las dudas que salpican a una familia que alimenta todo un género periodístico. «Mi madre lleva dos semanas que ha cortado comunicación. No coge el teléfono. Mi prima tiene trato con mi tío Agustín, con el que yo no me hablo. Aunque sé que si le pasara algo, llamaría, aunque yo no tengo ni su teléfono». A pesar de la que se le viene encima, Chabelita parece tranquila: «A mi madre no le gusta que vaya a la tele, pero no me ha lo prohibido nunca. Conmigo ha sido sobreprotectora y por eso hemos discutido mucho, aunque ahora sé que lo hacía por mi bien. He recapacito y me doy cuenta de que cuando ella lo estaba pasando mal, yo estaba -por mi edad, por mis circunstancias- con mis novios, con mis cosas, podría haber estado más cerca de ella en Cantora. Mi madre no es de pedir ayuda, pero yo sabía que la necesitaba. Ahora está orgullosa de mi cambio, porque he madurado. Estoy viviendo otra época, estudiando». A pesar de todos los conflictos entre hija y madre, Isa intenta calmar las aguas: «No puedo negar que todo lo que tengo se lo debo a ella, porque yo no estaría aquí ahora misma si no fuera por ella. Yo le debo mucho, porque hizo un acto de amor al adoptarme. Lo que siente hacia mí es especial. Por eso yo voy a seguir buscando su aceptación». Recordando su infancia, apunta que su mejor momento coincidió con el de su madre: «Su época buena fue cuando estaba con Julián Muñoz. Ella era feliz. Y no nos preguntábamos que había detrás. Siempre he buscado una figura paterna y no puedo negar que él se portó muy bien conmigo». Pero se acerca uno de los días más importantes de su vida, el de su boda, y todavía no tiene confirmada su presencia: «Espero que venga. Voy a poner todo de mi parte para así sea. Espero que mi abuela no empeore, aunque sé que eso sería una excusa. También imagino que no quiere coincidir con algunas personas, como mi hermano o Dulce, así que le daría su espacio, la tendría conmigo todo el rato». «Te va a cobrar por ir a tu boda», le ha preguntado Jorge Javier. «Me parece normal que lo hiciera porque las revistas y los programas pagan, y eso es algo que he visto siempre. Pero si viene, a mí no me va a cobrar. Si fuera inteligente, vendría en plan normal, sin necesidad de posar, porque yo no se lo he pedido. Yo solo quiero que esté conmigo». A pesar de los disgustos, convenientemente aireados en exclusivas, Isa sorprende con una confesión: «Me encantaría acabar viviendo con mi madre. Si me dijera, ‘deja la tele y ven conmigo’, lo dejaría todo para irme con ella a Cantora. Pero con Agustín ahí, nunca voy a poder estar bien. Él es una persona muy importante en su vida porque ha estado con ella en los momentos más duros». Para salir de este psicodrama familiar, Isa tiene un consejo para su madre: «lo mejor es que lo vendiera todo y se fuera a Miami o a México, a empezar una nueva vida. Lleva deseándolo desde hace muchos años». Lo de Kiko y su madre no tiene solución Isa cree que Kiko e Isabel Pantoja se han hecho mucho daño mutuamente: «Me temo que están en un punto en que la relación no tiene vuelta atrás. No creo que vuelvan a confiar el uno en el otro como antes». Yo no creo haber hecho nada malo, pero lo que ella no se imaginaba era lo de mi hermano. Eso la ha desbordado y lo paga con todos nosotros. Ella es así y yo la acepto. Cuando Jorge Javier le pregunta sobre la anécdota de Kiko, que recibió una llamada de madrugada, Isabelita reconoce que es algo habitual en ella: «Entiendo que mi madre se alterase y llamara a mi hermano a las tres de la mañana, y que él acudiera de inmediato. Ella se desespera, porque no está bien, y suelta lo primero que le pasa por la mente». Kiko tiene llaves de Cantora, puede ir cuando quiera. Pero Isa no, nunca se las dieron. De hecho, la última vez tuvo que saltar la valla: «la próxima vez no salto, la llamo antes». «Yo sé que Kiko tiene documentos, que lleva tiempo con ganas de enseñarlos. Aun hay cosas que no sabe, pero yo creo que no ha hecho bien al ir a la tele a llamar la atención antes que ir a hablar con ella». Con el tema del dinero y la herencia, Chabelita asegura que «nunca me habría imaginado que fuera capaz de hacerle eso. Pero por lo que visto y lo que sé, ha sido así». En este punto, Isa reconoce haber visto testimonios y grabaciones que dan la razón a Kiko: «Hay muchas cosas que voy averiguando». Sobre que su hermano y su tío comentara que su madre le dedicara insultos racistas, Chabelita lo ha negado todo: «Me duele pero no me lo quiero creer». Kiko contó que su madre le dijo que fuera a los platós a criticarla: «¡A muerte!», era su grito de guerra. Que si le quiso quitar los apellidos, que si la insultaba en privado, que si se arrepentía de haberla adoptado. A Chabelita le han puesto el vídeo en el programa, pero parece estar en modo zen. «Me creo que ella le dijera a mi hermano que dijera esas cosas porque él lo hacía para no verla llorar, y porque yo estaba en esa fase un poco perdida». Si me lo hubiera dicho a mí, jamás lo hubiera hecho. En este punto, los hermanos no tienen nada que ver.
Isa Pantoja: «Mi madre no va a cobrarme por venir a mi boda»
Jorge Javier Vázquez ha recibido a Chabelita dos años después de su última visita al ‘Deluxe’, y aunque ha empezado la entrevista bromeando sobre qué podría preguntar a la hija de Isabel Pantoja, ha ido poco a poco sonsacando a su invitada, que ha acudido con ganas de zanjar polémicas y aclarar todas las dudas que salpican a una familia que alimenta todo un género periodístico. «Mi madre lleva dos semanas que ha cortado comunicación. No coge el teléfono. Mi prima tiene trato con mi tío Agustín, con el que yo no me hablo. Aunque sé que si le pasara algo, llamaría, aunque yo no tengo ni su teléfono». A pesar de la que se le viene encima, Chabelita parece tranquila: «A mi madre no le gusta que vaya a la tele, pero no me ha lo prohibido nunca. Conmigo ha sido sobreprotectora y por eso hemos discutido mucho, aunque ahora sé que lo hacía por mi bien. He recapacito y me doy cuenta de que cuando ella lo estaba pasando mal, yo estaba -por mi edad, por mis circunstancias- con mis novios, con mis cosas, podría haber estado más cerca de ella en Cantora. Mi madre no es de pedir ayuda, pero yo sabía que la necesitaba. Ahora está orgullosa de mi cambio, porque he madurado. Estoy viviendo otra época, estudiando». A pesar de todos los conflictos entre hija y madre, Isa intenta calmar las aguas: «No puedo negar que todo lo que tengo se lo debo a ella, porque yo no estaría aquí ahora misma si no fuera por ella. Yo le debo mucho, porque hizo un acto de amor al adoptarme. Lo que siente hacia mí es especial. Por eso yo voy a seguir buscando su aceptación». Recordando su infancia, apunta que su mejor momento coincidió con el de su madre: «Su época buena fue cuando estaba con Julián Muñoz. Ella era feliz. Y no nos preguntábamos que había detrás. Siempre he buscado una figura paterna y no puedo negar que él se portó muy bien conmigo». Pero se acerca uno de los días más importantes de su vida, el de su boda, y todavía no tiene confirmada su presencia: «Espero que venga. Voy a poner todo de mi parte para así sea. Espero que mi abuela no empeore, aunque sé que eso sería una excusa. También imagino que no quiere coincidir con algunas personas, como mi hermano o Dulce, así que le daría su espacio, la tendría conmigo todo el rato». «Te va a cobrar por ir a tu boda», le ha preguntado Jorge Javier. «Me parece normal que lo hiciera porque las revistas y los programas pagan, y eso es algo que he visto siempre. Pero si viene, a mí no me va a cobrar. Si fuera inteligente, vendría en plan normal, sin necesidad de posar, porque yo no se lo he pedido. Yo solo quiero que esté conmigo». A pesar de los disgustos, convenientemente aireados en exclusivas, Isa sorprende con una confesión: «Me encantaría acabar viviendo con mi madre. Si me dijera, ‘deja la tele y ven conmigo’, lo dejaría todo para irme con ella a Cantora. Pero con Agustín ahí, nunca voy a poder estar bien. Él es una persona muy importante en su vida porque ha estado con ella en los momentos más duros». Para salir de este psicodrama familiar, Isa tiene un consejo para su madre: «lo mejor es que lo vendiera todo y se fuera a Miami o a México, a empezar una nueva vida. Lleva deseándolo desde hace muchos años». Lo de Kiko y su madre no tiene solución Isa cree que Kiko e Isabel Pantoja se han hecho mucho daño mutuamente: «Me temo que están en un punto en que la relación no tiene vuelta atrás. No creo que vuelvan a confiar el uno en el otro como antes». Yo no creo haber hecho nada malo, pero lo que ella no se imaginaba era lo de mi hermano. Eso la ha desbordado y lo paga con todos nosotros. Ella es así y yo la acepto. Cuando Jorge Javier le pregunta sobre la anécdota de Kiko, que recibió una llamada de madrugada, Isabelita reconoce que es algo habitual en ella: «Entiendo que mi madre se alterase y llamara a mi hermano a las tres de la mañana, y que él acudiera de inmediato. Ella se desespera, porque no está bien, y suelta lo primero que le pasa por la mente». Kiko tiene llaves de Cantora, puede ir cuando quiera. Pero Isa no, nunca se las dieron. De hecho, la última vez tuvo que saltar la valla: «la próxima vez no salto, la llamo antes». «Yo sé que Kiko tiene documentos, que lleva tiempo con ganas de enseñarlos. Aun hay cosas que no sabe, pero yo creo que no ha hecho bien al ir a la tele a llamar la atención antes que ir a hablar con ella». Con el tema del dinero y la herencia, Chabelita asegura que «nunca me habría imaginado que fuera capaz de hacerle eso. Pero por lo que visto y lo que sé, ha sido así». En este punto, Isa reconoce haber visto testimonios y grabaciones que dan la razón a Kiko: «Hay muchas cosas que voy averiguando». Sobre que su hermano y su tío comentara que su madre le dedicara insultos racistas, Chabelita lo ha negado todo: «Me duele pero no me lo quiero creer». Kiko contó que su madre le dijo que fuera a los platós a criticarla: «¡A muerte!», era su grito de guerra. Que si le quiso quitar los apellidos, que si la insultaba en privado, que si se arrepentía de haberla adoptado. A Chabelita le han puesto el vídeo en el programa, pero parece estar en modo zen. «Me creo que ella le dijera a mi hermano que dijera esas cosas porque él lo hacía para no verla llorar, y porque yo estaba en esa fase un poco perdida». Si me lo hubiera dicho a mí, jamás lo hubiera hecho. En este punto, los hermanos no tienen nada que ver.
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