Hay platos que no los aceptamos sin un buen condimento: igual que no nos imaginamos una ensalada sin sal y un chorrito de aceite, algunos menús sin su aderezo pierden totalmente el sabor y la gracia. Y, aunque va por gustos, en España algunos de los más utilizados podrían ser el pimentón dulce y picante, la pimienta negra, el laurel, tomillo, romero, azafrán, la canela, perejil, clavo o incluso la nuez moscada. Pero si vamos a hablar de condimentos, primero de todo hay que saber diferenciar entre hierbas aromáticas y especias. Las primeras serían hojas de plantas y se pueden encontrar en forma de hoja fresca o seca, mientras que las especias, por otro lado, se obtienen de otras partes de la planta que tienen características aromáticas. Se pueden clasificar según la parte de la planta de la que se obtienen, tal como cuenta la dietista nutricionista Ariadna Parés: - Flores: clavo, azafrán o alcaparra. - Semillas: mostaza, nuez moscada, pimienta blanca o macís. - Rizomas y raíces: jengibre. - Hojas (serían las hierbas aromáticas): perejil, romero, orégano, laurel, albahaca o tomillo. - Frutos: anís, cardamomo, cilantro, comino, hinojo, pimentón, pimienta negra o vainilla. - Cortezas: canela. Ariadna Parés, explica que tanto las hierbas como las especias aportan color, aroma y sabor a nuestras preparaciones culinarias. A parte, se les atribuyen también efectos beneficiosos para el organismo, debido a los compuestos bioactivos que poseen. Entre los posibles efectos terapéuticos de las especias se incluyen lo antioxidante, antiinflamatorio e incluso algunas parecen presentar posibles efectos digestivos, estimulando las secreciones digestivas. Cabe destacar que la clave siempre está en llevar una alimentación sana en conjunto, junto con hábitos de vida saludables, es decir, sin esto no podemos pretender que tomar algunas especias nos solucione todos los problemas de salud: «Pueden aportar beneficios, pero hasta cierto punto». Qué son los clavos Y si hay una especia que nos llama especialmente la atención, y no solo por su aspecto, es el clavo. Para quienes no lo hayan visto nunca hasta ahora, no pueden negar que asombra bastante por su peculiar parecido con los clavos convencionales. El clavo es de las especias que más destacan por su papel antioxidante. Explica Ariadna Parés (@ariadna.nutricion) que el componente principal del clavo es una molécula llamada eugenol. «También se le atribuyen propiedades digestivas y antimicrobianas (por ejemplo, para mejorar el mal aliento). El clavo se obtiene de una flor la cual se seca para obtener el condimento», dice. Su sabor es más bien ácido y picante y bastante fuerte. Para las preparaciones culinarias aconseja la nutricionista que se debe usar en pequeñas cantidades «para que el sabor y aroma no sean demasiado fuertes y tampoco enmascare los sabores originales del plato». «Se puede utilizar tanto para preparaciones saladas como dulces. Algunas de las preparaciones en las que se puede utilizar, por ejemplo en arroces, platos y purés a base de legumbres, salsas y guisos, preparaciones de carnes, también en preparaciones dulces como galletas, entre otras», recuerda Ariadna Parés. A nivel de contraindicaciones, principalmente «estaría contraindicado si se tiene alergia o hipersensibilidad al mismo». En algunos casos concretos también podría estar desajonsejado el uso de concentraciones elevadas de esta especia en forma de aceite esencial o suplemento, como sería en el caso de embarazo y lactancia. Las especias más útiles Aunque hay quien tiene un estante lleno de condimentos, para quienes no cuentan con ese espacio o prefieren decantarse por las mejores, la nutricionista Ariadna Parés dice que si centrándonos en sus propiedades antioxidantes, destacaría el clavo y la canela; por sus propiedades antiinflamatorias la cúrcuma (acompañada siempre de pimienta negra para mejorar la biodisponibilidad de la curcumina) y con beneficios a nivel digestivo el clavo, comino o jengibre. «Dependerá mucho de los gustos personales y del tipo de preparaciones culinarias que se suelan preparar en casa, y eso es lo que hará que sean más convenientes unas u otras hierbas y especias». «Me parece muy interesante incluirlas en nuestro día a día para así darle un toque distinto y más apetecible a la comida», comenta la nutricionista. También son una buena alternativa para no añadir sal en exceso a las comidas.
Para qué se usa el clavo y qué beneficios tiene esta especia
Hay platos que no los aceptamos sin un buen condimento: igual que no nos imaginamos una ensalada sin sal y un chorrito de aceite, algunos menús sin su aderezo pierden totalmente el sabor y la gracia. Y, aunque va por gustos, en España algunos de los más utilizados podrían ser el pimentón dulce y picante, la pimienta negra, el laurel, tomillo, romero, azafrán, la canela, perejil, clavo o incluso la nuez moscada. Pero si vamos a hablar de condimentos, primero de todo hay que saber diferenciar entre hierbas aromáticas y especias. Las primeras serían hojas de plantas y se pueden encontrar en forma de hoja fresca o seca, mientras que las especias, por otro lado, se obtienen de otras partes de la planta que tienen características aromáticas. Se pueden clasificar según la parte de la planta de la que se obtienen, tal como cuenta la dietista nutricionista Ariadna Parés: - Flores: clavo, azafrán o alcaparra. - Semillas: mostaza, nuez moscada, pimienta blanca o macís. - Rizomas y raíces: jengibre. - Hojas (serían las hierbas aromáticas): perejil, romero, orégano, laurel, albahaca o tomillo. - Frutos: anís, cardamomo, cilantro, comino, hinojo, pimentón, pimienta negra o vainilla. - Cortezas: canela. Ariadna Parés, explica que tanto las hierbas como las especias aportan color, aroma y sabor a nuestras preparaciones culinarias. A parte, se les atribuyen también efectos beneficiosos para el organismo, debido a los compuestos bioactivos que poseen. Entre los posibles efectos terapéuticos de las especias se incluyen lo antioxidante, antiinflamatorio e incluso algunas parecen presentar posibles efectos digestivos, estimulando las secreciones digestivas. Cabe destacar que la clave siempre está en llevar una alimentación sana en conjunto, junto con hábitos de vida saludables, es decir, sin esto no podemos pretender que tomar algunas especias nos solucione todos los problemas de salud: «Pueden aportar beneficios, pero hasta cierto punto». Qué son los clavos Y si hay una especia que nos llama especialmente la atención, y no solo por su aspecto, es el clavo. Para quienes no lo hayan visto nunca hasta ahora, no pueden negar que asombra bastante por su peculiar parecido con los clavos convencionales. El clavo es de las especias que más destacan por su papel antioxidante. Explica Ariadna Parés (@ariadna.nutricion) que el componente principal del clavo es una molécula llamada eugenol. «También se le atribuyen propiedades digestivas y antimicrobianas (por ejemplo, para mejorar el mal aliento). El clavo se obtiene de una flor la cual se seca para obtener el condimento», dice. Su sabor es más bien ácido y picante y bastante fuerte. Para las preparaciones culinarias aconseja la nutricionista que se debe usar en pequeñas cantidades «para que el sabor y aroma no sean demasiado fuertes y tampoco enmascare los sabores originales del plato». «Se puede utilizar tanto para preparaciones saladas como dulces. Algunas de las preparaciones en las que se puede utilizar, por ejemplo en arroces, platos y purés a base de legumbres, salsas y guisos, preparaciones de carnes, también en preparaciones dulces como galletas, entre otras», recuerda Ariadna Parés. A nivel de contraindicaciones, principalmente «estaría contraindicado si se tiene alergia o hipersensibilidad al mismo». En algunos casos concretos también podría estar desajonsejado el uso de concentraciones elevadas de esta especia en forma de aceite esencial o suplemento, como sería en el caso de embarazo y lactancia. Las especias más útiles Aunque hay quien tiene un estante lleno de condimentos, para quienes no cuentan con ese espacio o prefieren decantarse por las mejores, la nutricionista Ariadna Parés dice que si centrándonos en sus propiedades antioxidantes, destacaría el clavo y la canela; por sus propiedades antiinflamatorias la cúrcuma (acompañada siempre de pimienta negra para mejorar la biodisponibilidad de la curcumina) y con beneficios a nivel digestivo el clavo, comino o jengibre. «Dependerá mucho de los gustos personales y del tipo de preparaciones culinarias que se suelan preparar en casa, y eso es lo que hará que sean más convenientes unas u otras hierbas y especias». «Me parece muy interesante incluirlas en nuestro día a día para así darle un toque distinto y más apetecible a la comida», comenta la nutricionista. También son una buena alternativa para no añadir sal en exceso a las comidas.
0 Commentaires