De un lustro a esta parte, el modelo alimentario de los equipos y los profesionales del deporte se ha convertido en un factor ligado al éxito y, a largo plazo, a la estancia entre la élite. Cada disciplina posee su particularidad alimentaria, estas son algunas de las más dietas más recurrentes. Régimen vegano Hay dos Lewis Hamilton, el campeón mundial de F1 y el activista. En este apartado, uno de sus campos de acción es la dieta vegana que practica desde hace cuatro años. La nutrición vegana excluye los productos de origen animal, como carne, pescado, leche, huevos, queso o miel. Los veganos extremos llegan a no cocinar la verdura. Lewis Hamilton no alcanza a tanto. Sus recursos alimenticios se basan en el falafel, los aguacates, las verduras y la fruta. «Hace tiempo me entregué a la dieta vegana y de lo único que me arrepiento es de no haber empezado antes», dice el piloto inglés. Ayuno intermitente Novak Djokovic descubrió hace cinco años que era intolerante al gluten y practica el ayuno intermitente, una base nutricional que consiste en pasar 16 horas sin comer entre la cena y la comida del día siguiente, suprimiendo el desayuno. Los ayunos son diversos (12, 18, 24 horas…), pero no diarios. Cuando no hace la dieta, el número uno del tenis consume al despertarse un vaso de agua caliente con limón y gotas de plata para eliminar bacterias. Combina con zumos de espinacas, verduras y espirulina, aunque siempre su alimentación procede de fuentes vegetales, frutas, verduras, legumbres, soja o frutos secos. Si invita a barbacoa, él mismo se cocina verduras a la parrilla. Cultura macrobiótica Desde su época en la Real Sociedad, el futbolista del Betis Sergio Canales ha encontrado una rutina vital en la cultura macrobiótica, una dieta que rechaza todo alimento procesado al considerarlo adulterado. Tiene prohibido ingerir cualquier ingrediente químico. El estilo macrobiótico limita el consumo de las comidas saladas, la carne roja, las aves o el café y da prioridad a los alimentos estacionales, las frutas, los cereales y las semillas (mijo, cebada, quinoa, amaranto, trigo, centeno…), los frutos secos, las algas y las proteínas animales, preferiblemente de pescado. Regreso a lo paleo A Marcos Llorente le inculcó su padre –el exfutbolista Paco Llorente, al que apodaban «el lechuga» en el Real Madrid–, un modo de vida saludable. El centrocampista del Atlético es devoto de la dieta paleolítica, que radica en regresar a la alimentación de los primeros humanos, ya que considera que el cuerpo humano es genéticamente incompatible con los productos modernos y elaborados. Llorente dijo a ABC que no consume «lácteos ni harinas o alimentos procesados». Tampoco patatas y cereales. Su dieta para sentirse bien incluye carnes magras, pescado rico en omega 3, frutas, verduras, frutos secos y semillas.
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