Odisea estrena el lunes 22, a las 22.00, el polémico documental 'Framing Britney Spears', producido por 'The New York Times' para explicar el auge y la cruel caída de la artista. Ella aún no ha recuperado el control de su vida, tras la crisis nerviosa que sufrió en 2007, que la llevó a un centro psiquiátrico y a perder la custodia de sus hijos. A los 39 años, busca recuperar su propia tutela, que ahora mismo se dirime en los tribunales, aunque también llegó a declarar que el movimiento #FreeBritney (liberad a Britney) es una broma. El interés por Spears es indudable y hasta lógico, si se tiene en cuenta que ha vendido más de cien millones de discos y tiene una legión de admiradores, bastante activos además. Tras el estreno de la película en Hulu, Netflix ha anunciado que prepara otro documental sobre su vida. De fondo, se analiza el papel de la prensa rosa y amarilla estadounidense y el presunto machismo de sus ataques. Su expareja, Justin Timberlake, pidió perdón (también a Janet Jackson) por beneficiarse «de un sistema que aprueba la misoginia y el racismo». Dicho más llanamente, se le acusa de aprovechar la publicidad de su ruptura para lanzar su propia carrera. En sus 71 minutos de duración se investiga la tutela legal sobre la cantante y revisa las luces y las sombras de su trayectoria, con testimonios de personas cercanas y miembros del movimiento #FreeBritney. «No es una niña, ni tampoco es todavía una mujer libre», se puede leer en uno de los carteles que levantan los defensores de la campaña, que exigen la «liberación» inmediata de Spears. «Su soledad me está matando», se lee en la camiseta de otro. El documental pone también en evidencia la campaña machista por parte de los medios de comunicación y de entretenimiento estadounidenses, que se lanzaron sobre la presa en cuanto olieron la sangre. 'Framing Britney Spears' estará disponible para los clientes de Movistar+, Vodafone TV, Orange TV, Grupo Euskaltel y Cable Local. Los años felices El ascenso de Britney Spears a la meca del pop fue un fenómeno global. La estrella emergió muy joven. Se fue de Luisiana a Nueva York y a los once años empezó su carrera profesional en televisión, demasiado pronto, sin duda. La popularidad también fue excesiva. Ser tan famoso a esa edad es difícil de digerir. Britney Spears, en sus primeros años de éxito - Hulu Britney conectaba además muy bien con su público. Era muy «accesible», como cuenta un directivo de la cadena MTV. Por ahí llegaron algunas críticas veladas, como la contradicción entre su edad virginal –ella misma aseguró que se reservaba para el matrimonio, cuando ya se conocía su relación con Timberlake– y su aspecto de Lolita. Todo ello en medio del escándalo por la relación entre Bill Clinton y Monica Lewinsky, que de algún modo marcó la sexualidad del país. Los medios la culparon después de la ruptura sentimental con Justin. No supo evitar que la utilizaran y nadie fue capaz de defenderla. Los paparazzi la acosaban, en medio de episodios de su vida que ya eran suficientemente confusos, incluida su boda, doble maternidad y divorcio con Kevin Federline. Sus fotos conduciendo con un bebé en su regazo acentuaron las críticas, que arreciaron cuando se rapó la cabeza al cero y cuando aporreó un coche con un paraguas, todo perfectamente documentado por la colmena de fotógrafos que la perseguía a todas partes. Perdió popularidad y lo soportó peor que otras artistas quizá más maduras, como Taylor Swift, aunque mejor que Amy Winehouse, desde luego. Britney Spears estaba en caída libre, mientras debía pelear con Federline por la custodia de sus hijos, en un estado anímico y de popularidad nada favorables, batalla que acabó perdiendo. Los medios se reían de ella y en enero de 2008 fue ingresada en un psiquiátrico, en una aparatosa salida nocturna, que no sería la última. Ahí empezó otra guerra aún más dura, que persiste, con su padre. James Spears, quien declinó ofrecer su punto de vista en el documental, fue designado por un juez como tutor casi plenipotenciario de las actividades de su hija, incluida su fortuna. A día de hoy, la cantante todavía no puede disponer de su dinero, pagar con sus tarjetas de crédito, conducir o firmar un documento sin autorización previa. Una de sus batallas responde al deseo de que, al menos en la parte económica, el poder recaiga en otra persona designada por las autoridades. Un grupo de admiradores se manifiesta en favor de Britney Spears - Hulu 'Framing Britney Spears' también nos muestra, por otro lado, la lucha permanente de sus más fervientes seguidores, convencidos de que Britney debería ser liberada de una tutela tan rígida. Al menos, se consuelan, ahora «el mundo entero está mirando», aunque no falta quien señala que ella es quien paga todo el chiringuito, incluidos sus abogados y los de la otra parte, además de todo el sistema de tutela y control de sus bienes. Entre los testimonios que incluye el documental destaca el de Felicia Culotta, amiga de la familia que viajó junto a Spears durante gran parte de su carrera; Kim Kaiman, la ejecutiva de marketing que ayudó a crear originalmente la imagen de Spears; Vivian Lee Thoreen, abogada que trabaja en la actualidad por recuperar su tutela; y Adam Streisand, el abogado que Spears intentó contratar en los primeros días para enfrentarse a su padre. El documental forma parte de la segunda temporada de 'The Weekly', serie documental producida por 'The New York Times', que Odisea ofrece en exclusiva en España. El estreno podrá verse además en Selekt, canal de televisión generalista lanzado recientemente por AMC Networks en Vodafone TV y Orange TV.
Así perdió Britney Spears el control de su vida... y así lucha por recuperarlo
Odisea estrena el lunes 22, a las 22.00, el polémico documental 'Framing Britney Spears', producido por 'The New York Times' para explicar el auge y la cruel caída de la artista. Ella aún no ha recuperado el control de su vida, tras la crisis nerviosa que sufrió en 2007, que la llevó a un centro psiquiátrico y a perder la custodia de sus hijos. A los 39 años, busca recuperar su propia tutela, que ahora mismo se dirime en los tribunales, aunque también llegó a declarar que el movimiento #FreeBritney (liberad a Britney) es una broma. El interés por Spears es indudable y hasta lógico, si se tiene en cuenta que ha vendido más de cien millones de discos y tiene una legión de admiradores, bastante activos además. Tras el estreno de la película en Hulu, Netflix ha anunciado que prepara otro documental sobre su vida. De fondo, se analiza el papel de la prensa rosa y amarilla estadounidense y el presunto machismo de sus ataques. Su expareja, Justin Timberlake, pidió perdón (también a Janet Jackson) por beneficiarse «de un sistema que aprueba la misoginia y el racismo». Dicho más llanamente, se le acusa de aprovechar la publicidad de su ruptura para lanzar su propia carrera. En sus 71 minutos de duración se investiga la tutela legal sobre la cantante y revisa las luces y las sombras de su trayectoria, con testimonios de personas cercanas y miembros del movimiento #FreeBritney. «No es una niña, ni tampoco es todavía una mujer libre», se puede leer en uno de los carteles que levantan los defensores de la campaña, que exigen la «liberación» inmediata de Spears. «Su soledad me está matando», se lee en la camiseta de otro. El documental pone también en evidencia la campaña machista por parte de los medios de comunicación y de entretenimiento estadounidenses, que se lanzaron sobre la presa en cuanto olieron la sangre. 'Framing Britney Spears' estará disponible para los clientes de Movistar+, Vodafone TV, Orange TV, Grupo Euskaltel y Cable Local. Los años felices El ascenso de Britney Spears a la meca del pop fue un fenómeno global. La estrella emergió muy joven. Se fue de Luisiana a Nueva York y a los once años empezó su carrera profesional en televisión, demasiado pronto, sin duda. La popularidad también fue excesiva. Ser tan famoso a esa edad es difícil de digerir. Britney Spears, en sus primeros años de éxito - Hulu Britney conectaba además muy bien con su público. Era muy «accesible», como cuenta un directivo de la cadena MTV. Por ahí llegaron algunas críticas veladas, como la contradicción entre su edad virginal –ella misma aseguró que se reservaba para el matrimonio, cuando ya se conocía su relación con Timberlake– y su aspecto de Lolita. Todo ello en medio del escándalo por la relación entre Bill Clinton y Monica Lewinsky, que de algún modo marcó la sexualidad del país. Los medios la culparon después de la ruptura sentimental con Justin. No supo evitar que la utilizaran y nadie fue capaz de defenderla. Los paparazzi la acosaban, en medio de episodios de su vida que ya eran suficientemente confusos, incluida su boda, doble maternidad y divorcio con Kevin Federline. Sus fotos conduciendo con un bebé en su regazo acentuaron las críticas, que arreciaron cuando se rapó la cabeza al cero y cuando aporreó un coche con un paraguas, todo perfectamente documentado por la colmena de fotógrafos que la perseguía a todas partes. Perdió popularidad y lo soportó peor que otras artistas quizá más maduras, como Taylor Swift, aunque mejor que Amy Winehouse, desde luego. Britney Spears estaba en caída libre, mientras debía pelear con Federline por la custodia de sus hijos, en un estado anímico y de popularidad nada favorables, batalla que acabó perdiendo. Los medios se reían de ella y en enero de 2008 fue ingresada en un psiquiátrico, en una aparatosa salida nocturna, que no sería la última. Ahí empezó otra guerra aún más dura, que persiste, con su padre. James Spears, quien declinó ofrecer su punto de vista en el documental, fue designado por un juez como tutor casi plenipotenciario de las actividades de su hija, incluida su fortuna. A día de hoy, la cantante todavía no puede disponer de su dinero, pagar con sus tarjetas de crédito, conducir o firmar un documento sin autorización previa. Una de sus batallas responde al deseo de que, al menos en la parte económica, el poder recaiga en otra persona designada por las autoridades. Un grupo de admiradores se manifiesta en favor de Britney Spears - Hulu 'Framing Britney Spears' también nos muestra, por otro lado, la lucha permanente de sus más fervientes seguidores, convencidos de que Britney debería ser liberada de una tutela tan rígida. Al menos, se consuelan, ahora «el mundo entero está mirando», aunque no falta quien señala que ella es quien paga todo el chiringuito, incluidos sus abogados y los de la otra parte, además de todo el sistema de tutela y control de sus bienes. Entre los testimonios que incluye el documental destaca el de Felicia Culotta, amiga de la familia que viajó junto a Spears durante gran parte de su carrera; Kim Kaiman, la ejecutiva de marketing que ayudó a crear originalmente la imagen de Spears; Vivian Lee Thoreen, abogada que trabaja en la actualidad por recuperar su tutela; y Adam Streisand, el abogado que Spears intentó contratar en los primeros días para enfrentarse a su padre. El documental forma parte de la segunda temporada de 'The Weekly', serie documental producida por 'The New York Times', que Odisea ofrece en exclusiva en España. El estreno podrá verse además en Selekt, canal de televisión generalista lanzado recientemente por AMC Networks en Vodafone TV y Orange TV.
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