
Cuando apareció en Gran Bretaña la primera vacuna conocida y eficaz contra la viruela, el rey Luis XVI de Francia, un soberano ilustrado, se vacunó en público con su esposa María Antonieta y sus hijos: corría el año 1778. Hacía falta valor, porque la vacuna de la época, sobredosificada, provocaba como reacción una miniviruela que, a partir de entonces, inmunizaba contra la enfermedad. El gesto del monarca pretendía persuadir al pueblo parisino de que la ciencia podía vencer ya a la enfermedad. La reticencia de los franceses de entonces se debía al rechazo a cualquier medicina, pues pensaban que solo Dios decidía el destino de los hombres. Además, se trataba de una vacuna inglesa, una invención de Edward Jenner. Frente al...
Ver Más
0 Commentaires