La llegada de pateras a tierra por sus propios medios en Canarias sugiere que el SIVE no funciona

Las pateras están volviendo a tocar tierra por sus propios medios en el archipiélago canario, lo que demuestra que el servicio de vigilancia marítima por radar (SIVE) no funciona y que, cuando se dan a la fuga, las islas se enfrentan a un riesgo en estos tiempos de pandemia. Según el recuento de ayer viernes, al menos cuatro embarcaciones llegaron por sí mismas al litoral de Gran Canaria y los ocupantes de dos huyeron. En la primera eran 15, y la Guardia Civil pudo detener a cinco por la mañana. En Lanzarote, los agentes de la Benemérita localizaron a 24 de otra patera que había arribado en la madrugada de ayer jueves, según fuentes del Centro Coordinador de Emergencia y Seguridad. El SIVE fue el sistema de detección temprana instalado en el archipiélago tras la crisis de los cayucos de 2006, durante la que accedieron de forma irregular a las islas 39.108 personas. Gracia a él se pudo contener la oleada y hasta prácticamente eliminar el fenómeno durante los años siguientes. De hecho, la inmigración dejó esta ruta atlántica y se desplazó hacia el Mediterráneo, vía Marruecos, y ha sido desde el año pasado con el bloqueo a su vez de este camino a través del norte de África, cuando las mafias han retomado la salida canaria. Ayer mismo, Concepción Narváez, alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), -municipio en el que se registraron dos de los desembarcos, advirtió de que el SIVE «no está funcionando correctamente». «Reclamo que los sistemas de vigilancia estén operativos, sobre todo porque las personas que llegan hasta nuestras costas deben ser debidamente atendidas y, del mismo modo que demandamos control y test en los aeropuertos, las personas que llegan de manera irregular deben ser controladas y reconocidas», declaró. La no detección de pateras, recordó también, ha desembocado en muchos naufragios con víctimas mortales.

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