El curso escolar en Francia arranca con ayudas a las familias, primas para maestros y normas estrictas

El gobierno de Emmanuel Macron anuncia medidas de ayuda económica a las familias, posibles aumentos salariales para maestros y profesores, primas especiales para directores de escuelas y cursos especiales de «recuperación», como complemento indispensable de las normas sanitarias más estrictas para el comienzo del nuevo curso escolar, la vuelta a las escuelas, colegios e institutos, el lunes 31 de agosto y el martes 1 de septiembre. El lunes, directores de centros escolares, maestros y profesores serán los primeros a instalarse en sus puestos de trabajo, para recibir a familias y alumnos el martes. Los directores de escuelas y centros escolares recibirán una prima de 450 euros «en reconocimiento de sus méritos y dedicación». El ministerio de Educación está negociando con los sindicatos de maestros y profesores los posibles aumentos de salarios que entrarán en vigor a primeros del 2021. Una gran mayoría de familia recibirán, de entrada, una ayuda de 100 euros por cada hijo en edad escolar, en concepto de ayuda al presupuesto escolar de la familia. Las ayudas económicas a familias, maestros y directores de centros escolares estarán complementadas, al mismo tiempo, con ayudas a la recuperación. Está previsto un aumento de millón y medio de horas de clases de recuperación. Las familias podrán pedir más horas de clase, si lo consideran necesario, para intentar recuperar las horas de trabajo escolar perdidas durante el confinamiento, la primavera pasada. Desde la óptica gubernamental, las ayudas económicas, escolares y pedagógicas están íntimamente ligadas al proyecto de recuperación nacional, que Jean-Michel Blanquer, ministro de Educación, resume de este modo: «Un niño sin escuela es algo muy grave, para su formación, para su familiar y para la Nación. Ese problema nacional debe tratarse en la escuela. La formación de hoy es nuestra riqueza individual, familiar y nacional de mañana». Muchas familias no ocultan su inquietud, ante la incertidumbre global sobre la propagación del coronavirus. Blanquer sale al paso de esa «inquietud legítima» de este modo: «Prefiero decir que las ventajas de la escuela son infinitamente más importantes que sus inconvenientes. Durante sus vacaciones, los niños han realizado todo tipo de actividades con menor rigor sanitario del que tendrán en sus escuelas. Debemos ser muy vigilantes y rigurosos. Sanidad y educación son igualmente indispensables». El gobierno francés dio a conocer el mes de julio pasado las grandes líneas de la política sanitaria nacional, ante el nuevo curso escolar. Apenas han sido matizadas en algunos detalles. Normas sanitarias Las mascarillas serán obligatorias, a partir de los 11 años, incluso durante el recreo. Las clases serán ligeramente reducidas, en muchos casos. Prefectos y directores de colegios vigilarán de manera flexible la vuelta a clase. Profesores y directores de escuelas y colegios vigilarán el uso sistemático los desinfectantes y otros productos sanitarias recomendados. Edificios, locales, escuelas serán desinfectados regularmente. Limpieza y desinfección se consideran «esenciales para luchar contra la propagación del virus». El uso de desinfectantes y el lavado de manos serán obligados a la entrada y salida de los restaurantes escolares. Durante el recreo, maestros y profesores evitarán la formación de «grandes grupos». En muchos casos se impondrá un «recreo escalonado». En los colegios e institutos con internado, las camas de los dormitorios deberán respetar distancias de uno o dos metros, como mínimo. Y el acceso a los espacios colectivos se efectuará por turnos.

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