La sola exigencia de un «mediador Covid» en cada colegio, incluida en el documento final de apertura de curso del Gobierno, pone a los responsables de los 27.000 centros en un aprieto, a pocos días del inicio de las clases. No es una medida «nueva», dicen varios directores consultados por ABC, sabían que se iba a pedir desde el borrador del 11 de junio, pero muchos todavía no han decidido quién ejercerá ese papel. Tampoco los «méritos» que debe atesorar una persona para ser el «coordinador Covid» que actúe y comunique las sospechas de que haya un positivo en el centro, porque en el documento persentado el jueves por la ministra Isabel Celaá, no se pide el requisito de que tengan una formación específica. La comunidad educativa coincide en que la figura óptima –la de la enfermera escolar– ya existe desde hace décadas, aunque ha sido marginada de los planes de Educación, y que contar con un profesional sanitario en un colegio e instituto siempre proporciona seguridad a padres y docentes y desarrolla un papel fundamental a la hora de promover hábitos saludables en los alumnos. Este colectivo también se ha levantado en armas en las últimas semanas días con una protesta enérgica. Natividad López, presidenta de Amece (Asociación Nacional e Internacional de Enfermería Escolar), dice a ABC que su figura cuenta con una irregular tradición en España y ha sido largamente ignorada por las autoridades. Ahora se sienten ninguneadas por un protocolo de vuelta al cole que deja manga ancha a cada centro para la elección: «Puede ser el conserje, una persona de la limpieza o un profesor, pero no contempla que seamos los enfermeros colegiados, con formación suficiente», agrega. En el Consejo General de Enfemería, del que forma parte Amece, siempre han reivindicado que tener un enfermero en un colegio «no es un lujo», que es un servicio añadido y muy extendido en países como Francia, Reino Unido, Suecia y Noruega, pero no saben por qué, y así lo atestigua López, en España ha sido reducido a los colegios que tienen niños con enfermedades crónicas y lo solicitan. «Algunas comunidades como Madrid tienen 700 enfermeros repartidos en centros públicos, privados y concertados; otras no tienen ninguno. Unos apuestan porque lo ven necesario, otros no, y solo aparecemos en colegios de educación especial», arguye López. La emergencia del Covid El Covid se presentaba como la oportunidad idónea para reforzar un servicio sanitario en los centros, era una «emergencia» contar con un profesional de este tipo, al menos uno en los centros más masificados o una por cada dos o tres centros pequeños, como escuelas rurales. Nicolás Fernández Guisado, presidente de la Asociación Nacional de Profesores de Enseñanza (ANPE), enfatizó ayer a este diario que promoverán que «el coordinador Covid sea una enfermera o un enfermero escolar porque tiene «una competencia profesional y sanitaria específica», algo que parece la garantía más sólida en estos momentos.
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