Espárragos verdes: por qué cambia el olor de la orina y cinco recetas con ellos

Los espárragos verdes (Asparagus officinalis), pertenecen a la familia Asparagaceae. Es uno de los vegetales más comunes en primavera de la dieta mediterránea y los podemos encontrar en su momento más óptimo de marzo a finales de verano, aunque pueden encontrarse todo el año. Esta variedad crece al aire libre y al abrigo de la luz solar; a diferencia del espárrago blanco, que se recolecta cuando aún es un brote. Cuenta la dietista-nutricionista Patricia Ortega que «esta joya verde», como cualquier otro vegetal, «tiene un aporte calórico bajo (gracias a tu gran aporte en agua), y por tanto puede estar presente en cualquier patrón alimentario saludable siempre y cuando sean de tu agrado». «Son una buena fuente de vitamina C, que tiene acción antioxidante y ayuda a fortalecer nuestro sistema inmune (entre otras funciones)», explica. También destaca su contenido en vitamina E y de provitamina A (betacaroneto), que interviene en la salud ocular. «En cuanto a su aporte en minerales destacar el magnesio, fósforo, calcio y potasio; que forman parte en muchas funciones metabólicas vitales como por ejemplo el calcio y el magnesio en la contracción muscular», cuenta Patricia Ortega, quien añade que también son ricos en fibra, «nutriente que aporta una mayor saciedad y que ayuda, entre otras de sus funciones, a mejorar nuestro tránsito intestinal». «Por su contenido en ácido fólico, puede ser un alimento recomendado a mujeres embarazadas o que ya están buscando un bebé. Los folatos o ácido fólico son esenciales para producir ADN y otros tipos de material genético o garantizar la división celular en el organismo, de ahí que sean especialmente recomendados en mujeres en estas etapas de la vida», explica. Culinariamente... «¡Son súper versátiles! A pesar de que los podemos encontrar en el mercado casi todo el año, es un vegetal de primavera. Y, para encontrar los mejores (organolépticamente hablando), debemos asegurarnos que no muestran manchas, que presentan un color fresco y brillante, que las puntas están cerradas y el tallo se muestra firme y terso. Para alargar su vida y frescura, lo ideal sería conservarlos en la nevera», aconseja Patricia Ortega. Y... ¿es cierto que altera el olor de la orina? Puede que hayas notado que, el primer «pis» tras consumir espárragos verdes altera el olor de tu orina habitual: «Esto es debido al ácido asparagúsico que, al metabolizarse, se convierte en metanotiol. Pero, además, ese olor se ve acentuado por el metil disulfuro, un compuesto de azufre que también se metaboliza. Esto no le pasa a todo el mundo, pero puede que sea una de las razones por las que, algunas personas, consideran al espárrago uno de los alimentos que huelen peor», concluye la especialista en nutrición. En la cocina los podemos utilizar tanto para salteados, empanadas, revueltos, quichés, sopas/purés, ensaladas, canapés etc. Al horno o a la plancha adquieren una textura más crujiente, pudiendo consumirlos en solitario con alguna salsa o hummus, por ejemplo. Aquí te dejamos cinco recetas donde los espárragos son los indiscutibles protagonistas.

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