Barcelona retirará la Medalla de Oro y los títulos honoríficos a Don Juan Carlos

El enésimo ataque a la Monarquía desde el Ayuntamiento de Barcelona quedó ayer casi eclipsado por la reprobación al Gobierno de Pedro Sánchez por su papel en la marcha de España del Rey padre, una propuesta que salió adelante gracias a la abstención de la formación liderada por Ada Colau, BComú. A pesar de criticar a ERC y JpC por haber forzado un debate partidista, los comunes acabaron haciendo el juego a los independentistas y avalaron un texto que va contra un Ejecutivo al que ellos mismos pertenecen, en un perfecto ejemplo de la forzada equidistancia que quieren aparentar, ayer sin éxito. Los grupos municipales de Cs y BCN Canvi habían intentado frenar sin éxito el controvertido pleno alegando que parte del contenido que se llevaba a debate era inconstitucional. La propuesta que prosperó aprueba retirar la Medalla de la ciudad y los honores a Juan Carlos I y condena la actitud del Gobierno por su «colaboración necesaria en la salida del rey emérito» en «una operación destinada a protegerlo de la justicia suiza». Además, a modo de resumen, exige al Congreso pasos para fiscalizar la Monarquía o investigar su corrupción. Al tratarse de una proposición con carácter de declaración institucional a partir de ahora empezarán los trámites administrativos para formalizar tales contenidos. Durante el debate, Colau no tuvo reparos en arremeter contra la Monarquía. «Ver que el Rey emérito ha reconocido de facto que ha hecho prácticas fraudulentas y que la Casa Real lo reconoce de facto con su huida a una dictadura son hechos muy graves que generan mucha alarma», arrancó su intervención. La alcaldesa reconoció que su grupo quería votar a favor del documento y que hasta última hora negoció, sin éxito, con ERC y JpC para que retiraran el punto contra el Ejecutivo central. «Política triste y partidista» «Su objetivo principal con este pleno no es conseguir una mayoría republicana, es reprobar al Gobierno. Esto es política triste, partidista, de poca monta y que busca calentar las elecciones catalanas», reprochó la alcaldesa. Todo ello para, acto seguido, olvidarse de tales acusaciones, y acabar absteniéndose en la polémica sesión. No era el plan inicial, explican a ABC fuentes próximas a los comunes, dado que el ataque a un Gobierno al que pertenece Podemos hacía incuestionable el «no». Parte de sus ediles, sin embargo, no veían otra alternativa que respaldar una propuesta contra la Monarquía, algo que llevan en su ADN, y el debate interno hasta la abstención fue tenso. La moción, pues, prosperó, también con el voto dividido en el bipartito municipal que forman con el PSC. Ellos, junto a PP y Cs rechazaron la medida y la votación tiró adelante por un solo voto de diferencia: de hecho, habría fracasado de no haber faltado a la cita los dos ediles de BCN Canvi (Manuel Valls y Eva Parera), que hace días anunciaron su ausencia por considerar la cita un acto de «hipocresía», recordó ayer Parera. Al ser lo aprobado una declaración, la retirada de la Medalla y los honores a Don Juan Carlos tendría que votarse de nuevo, y entonces sí la presencia de BCN Canvi podría frustar la iniciativa. El número dos del Ayuntamiento, el socialista Jaume Collboni, fue muy crítico con la iniciativa por el intento de desgastar al Gobierno pero esquivó la polémica con los comunes. Así, exigió a ERC y JpC «sentido institucional» y les atacó recordándoles que «es como si por la presunta corrupción de Jordi Pujol pudiéramos poner en duda a toda la Generalitat». También fueron muy contundentes Cs y PP. La líder de Ciudadanos, Luz Guilarte, lamentó que la Monarquía protagonizara un debate que debería centrarse en problemas actuales como la vuelta segura a los colegios y la crisis económica por la Covid. «Esto es una 'performance' absurda, una mera cortina de humo para tapar la nefasta gestión de la crisis por parte de la Generalitat», declaró. Por parte de los populares, Josep Bou recordó al resto de ediles que precisamente gracias a la Constitución que ayudó a impulsar Juan Carlos I ayer se pudo celebrar un pleno, incluso atacándole, y puntualizó que el Rey emérito no se ha fugado, pues se sabe dónde ha ido. «El que se fugó, de hecho, es Puigdemont», ironizó. «No tomar partido» Aun saliéndose con la suya, los independentistas aprovecharon para atizar todavía más a Colau. «No me sorprende su posición. Es coherente con su carácter de no tomar partido», aseguró el líder de ERC, Ernest Maragall, que durante el pleno acusó a Don Juan Carlos de «parásito de la sociedad». «Se empieza impidiendo comisiones de investigaciones y se acaba ayudando a huir a un monarca investigado por una corrupción descomunal», añadió la concejal de Junts, Elsa Artadi, que lamentó que el Gobierno Sánchez «ha tenido más prisa por salvar la Monarquía que por el caos con los ERTE, el Ingreso mínimo vital o el retorno a las clases». Tras el pleno, los comunes siguieron recibiendo. El presidente catalán, Quim Torra, reprochó a Colau que «hay que ser coherente entre lo que dices y lo que votas». Poco después ella, a través de Twitter, insistió: «No vamos a seguir el juego partidista de ERC y JpC que sólo quieren desgastar el Gobierno central». Entonces se debió olvidar de la abstención con la que hizo realidad la reprobación.

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