Sevilla espanta las nubes y adelanta la Semana Santa
avril 04, 2025
La Semana Santa se adelantó una semana en Sevilla, abriéndose paso entre una lluvia que horas antes era incesante y que ha querido ser protagonista de una Cuaresma en la que los cofrades han hecho lo indecible por aferrarse al culto público y echarse a la calle. El quinto viernes de Cuaresma, con más de una decena de tallas cristíferas recorriendo la ciudad , fue todo un preludio de lo que en tan sólo una semana está por venir. A las seis y diez salía en procesión extraordinaria el Cautivo de San Ildefonso . Las nubes desaparecieron y dejaron un cielo azul celeste, el de los cielos de abril que todos soñamos. Sevilla recibía el Señor como si fuera Semana Santa . No en vano, todos los viernes de marzo, la iglesia se había atestado de fieles que querían encender una o varias velas y hacer una plegaria a esta devoción callada e íntima de la ciudad. «Yo vengo porque tengo una promesa y la cosa está chunguilla», reconocía una señora que esperaba en primera fila al Cautivo en Odreros y que empezó a llorar en cuanto apareció por la esquina. Por eso salen las imágenes a la calle. Como si de un día de la semana mayor se tratase, desde la salida se sucedieron las saetas, eso sí, de dudosa calidad . «Que yo no puedo vivir sin verte», remataba la primera de ellas, algo que sienten muchos sevillanos con las cofradías. La agrupación de la Redención interpretaba su característico repertorio sólo una semana antes de tocar tras el misterio de Bellavista y a falta de diez días para que sus sones pongan la icónica banda sonora de cada Lunes Santo en la calle Santiago. A pocos metros de allí, y acompañado por un sexteto de la propia formación musical, salía pasadas la siete y media de la tarde el Señor de la Redención de la iglesia de Santiago el Mayor para presidir el rezo del vía crucis por las calles de su feligresía . En este año tan especial para la hermandad, con la vista puesta en el 5 de junio, cuando la Virgen del Rocío será coronada canónicamente , el Cristo de Castillo Lastrucci volvió a aglutinar numerosos devotos en torno a su efigie. No en vano, es de las hermandades que más ha crecido en las dos últimas décadas. En la plaza de los Terceros había gente consultando programas de mano a eso de las ocho de la tarde. Cuando la ganas aprietan, lo demás queda en segundo plano. Diez minutos después de la hora prevista se abrían las puertas de Santa Catalina para dar paso al cortejo del Cristo de la Exaltación . El de los Caballos era otro de los numerosos vía crucis previstos para la tarde del viernes por las calles de la ciudad. Con la cruz inclinada, aunque no tanto como el Jueves Santo cuando los sayones levantan con sogas la talla de Pedro Roldán, comenzó a repasar las estaciones del camino de Jesús de Nazaret al Gólgota. Al final de Doña María Coronel asomaban los ciriales de la Amargura . La corporación del Domingo de Ramos celebra tres siglos de estancia ininterrumpida en San Juan de la Palma y quiso sacar a su titular cristífero en vía crucis en el quinto viernes de Cuaresma. El Señor del Silencio , sobre las andas cedidas por la hermandad de la Candelaria, lucía esplendoroso por las calles del Centro mientras caía la tarde. La gran cantidad de cofrades congregados en torno a la imponente imagen de Jesús en el Desprecio de Herodes en rincones como la plaza del Buen Suceso , en la puerta de cuyo convento se leyó una estación y se hizo una ofrenda floral al Señor, constató el carácter popular de una hermandad solemne pero tan particular como la de San Juan de la Palma. Si largo era el cortejo del Señor, no menos destacaban los devotos que se colocaron tras las andas para caminar tras ellas. Sin embargo, en ese aspecto, la palma volvió a llevársela el Tiro de Línea. La hilera de fieles tras el Cautivo , sumando gente en la lectura de cada estación, hacía honor al sobrenombre del 'Gran Poder de extramuros'. Pero más allá de las antiguas vías del ferrocarril no buscan comparaciones. A los hermanos de Santa Genoveva les basta y le sobra con seguir los pasos de su Cristo, que nunca camina solo. Mujeres mayores sentadas en sus carritos. Niños sobre los hombros de sus padres. El gentío que había en todas las calles por las que discurría el vía crucis del Cautivo, unido al ambiente festivo, casi como si fuera Lunes Santo y la cofradía viniese de regreso por la avenida de los Teatinos, daba la sensación de encontrarse verdaderamente en Semana Santa. Y lo mismo en el vecino barrio del Porvenir con el Señor de la Victoria . O en el Polígono Sur con el de la Bendición . O en San Lorenzo con el Cristo del Buen Fin . Parecía que era la hora. Aún queda una semana, pero Sevilla ya está preparada en sus cuatro puntos cardinales.
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