Una mujer desaparece en Madrid tras viajar desde Miami tras un divorcio «difícil»: «Presenta unos rasgos muy preocupantes desde el primer momento»

La asociación SOS Desaparecidos ha alertado de la desaparición de Ana María Knezevich Henao, una mujer de 40 años, que se había instalado en Madrid tras un «difícil» divorcio, según informa Europa Press. La afectada, de nacionalidad estadounidense y americana, vivía en Miami , donde residen sus hermanos y su madre y donde se había casado con un ciudadano serbio, del que había tomado el primer apellido. El rastro de la mujer se perdió el pasado 2 de febrero. Tras casarse, la desaparecida comenzó a tener problemas en su matrimonio y empezó un proceso de divorcio en enero. Este se volvió «muy duro y complicado», hasta el punto de que «tuvo que pedir ayuda médica por depresión», según declaraciones a Europa Press del presidente de SOS Desaparecidos y portavoz de la familia, Joaquín Amills. Código Desktop https://t.co/uhFoRTwKNV a través de @ElCierreDigital— ALERTA DESAPARECIDOS (@sosdesaparecido) February 14, 2024 Imagen para móvil, amp y app Código móvil https://t.co/uhFoRTwKNV a través de @ElCierreDigital— ALERTA DESAPARECIDOS (@sosdesaparecido) February 14, 2024 Código AMP https://t.co/uhFoRTwKNV a través de @ElCierreDigital— ALERTA DESAPARECIDOS (@sosdesaparecido) February 14, 2024 Código APP https://t.co/uhFoRTwKNV a través de @ElCierreDigital— ALERTA DESAPARECIDOS (@sosdesaparecido) February 14, 2024 Para poner tierra de por medio, Ana María llegó en diciembre a Madrid, donde vive una amiga de la infancia, y se instaló en un piso cuyo alquiler caducaba en marzo. Por ello, el día antes de la desaparición ambas estuvieron mirando una nueva vivienda. De hecho, la última comunicación fehaciente de la desaparecida fue el día 2 a las 11.30 horas comunicando a su amiga que no le había gustado. Noticia Relacionada estandar No El español desaparecido tras ser torturado con descargas eléctricas y perros en una cárcel de Ucrania: «Dudamos que esté vivo» David Maroto La familia de Mariano García Catalayud, el jubilado valenciano de 75 años detenido por las autoridades rusas en una manifestación, se muestra desesperanzada con volver a verle tras dos años desde que perdieron su rastro Su amiga le escribió ese mismo día, sin obtener respuesta , y el siguiente. Preocupada, le llamó por teléfono sin éxito. Era muy extraño que no le contestara porque el 5 de febrero viajaban juntas a Barcelona para asistir a un evento y Ana María «estaba muy ilusionada con ello». De hecho, llegó a ir en vano a la estación de Atocha por si acaso hubiera perdido el móvil. Así las cosas, a la 13.00 horas del día 3, tanto esta amiga como otra que vive en Europa y que iba a visitar en breve a Ana María a su casa de Madrid recibieron un mensaje idéntico en WhatsApp –la primera en español y la segunda en inglés– provenientes del móvil de la desaparecida en los que les dice que «había conocido una persona maravillosa y que se había ido con ella a una casa de campo situada a dos horas de Madrid, pero que allí hay mala señal, por lo que ya contactarán con ellas cuando regresara». Nunca más han recibido mensaje alguno de ella. Además, tanto las destinatarias como la familia de Ana María no creen que lo escribiera ella, ya que no es su forma de hablar ni de escribir . «Parece como si le hubieran pasado un corrector», apunta Amills. Alarmadas, la amiga española acudió al domicilio de la desaparecida. Al no responder nadie a la puerta, llamó a los servicios de emergencias. Tras contarles lo ocurrido, los Bomberos entraron al piso por una ventana y comprobaron que no había signos de violencia ni desorden , sino lo normal en estas estancias. Eso sí, una vecina afirmó que había visto luz en la vivienda la madrugada del sábado 3. Y que en ese fin de semana intentaron robar en el edificio –aunque no hay denuncia alguna al respecto– y que por ello unos desconocidos taparon con un spray negro la cámara del teléfono de la entrada y la de seguridad junto al ascensor. La Policía investiga los hechos Ante todo ello, se ha interpuesto una denuncia por su desaparición en la comisaría de la Policía Nacional, que lleva ahora la investigación de los hechos . Tanto la amiga como los familiares aseguraron a los agentes que no encaja con la forma de actuar de Ana María que desapareciese de esa manera, dejando colgadas a las personas tan allegadas con la que había hecho planes. Sería la primera vez que lo hiciera. Tampoco les cuadra que abandonara Madrid de repente , una ciudad cuya vida cultural le encantaba y en la que quería rehacer su vida. Tampoco creen que fuera ella la que escribiera los mensajes, por lo que temen que están con alguien en contra de su voluntad. Por eso, piden a la Policía que geolocalice el móvil de Ana María, que ahora ya no da señales, para comprobar dónde fue la última vez que se conectó el terminal. También solicitan que comprueben las cámaras de seguridad del edificio en el que vivía y los alrededores. Por su parte, el presidente de SOS Desaparecidos pide ayuda ciudadana para localizar a esta mujer , cuya pista se perdió hace ya casi dos semanas, ya que su desaparición «presenta unos rasgos muy preocupantes desde el primer momento». «Es de los pocos casos en los que no hemos recibido ninguna noticia», ha indicado.

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