¿Es posible que los cuentos y las rimas ayuden a que nuestros hijos aprendan a leer y escribir de manera efectiva? La respuesta es sí. el juego, el movimiento, la alegría y la creatividad ayudan a que los niños generen vínculos emocionales con cada letra. Así lo defiende Tamara Chubarovsky, experta en lenguaje y desarrollo infantil, quien aporta además tres sencillos consejos para que los más pequeños de la casa aprendan a escribir y leer a través de los cuentos y las rimas. Una alternativa a los métodos clásicos de aprendizaje que ya es empleada por miles de docentes en todo el mundo y que permite a los niños una transición, suave y adaptada a su estado de madurez, del mundo fantástico de los cuentos al mundo abstracto de las letras. Por otra parte, Chubarovsky afirma que el aprendizaje «divertido y efectivo» también se puede lograr a través de dos herramientas como son los cuentos y las rimas con movimiento, las cuales aportan una serie de ventajas psicomotrices muy importantes. La lectoescritura es la habilidad para leer y escribir. Se trata, en definitiva, de un proceso de aprendizaje que suele darse entre los 4 y 6 años de edad, momento en el que los niños empiezan a pulir un poco más sus capacidades motoras entre las que se encuentran las mencionadas lectura y escritura. Aunque la prisa de nuestra cultura para que los niños aprendan a leer y escribir a una edad cada vez más temprana es muy preocupante, y puede incidir seriamente desarrollo global del niño. Dicho esto, lo que está más que demostrado es que el dominio satisfactorio de ambas capacidades permite que los más pequeños de la casa no solo puedan construir significados para ampliar sus conocimientos sino que también les permite descubrir nuevas vías de comunicación con sus compañeros de clase, familiares, amigos, etc. Pero, ¿cómo podemos lograr que este aprendizaje sea lo más efectivo posible?. Para Tamara Chubarovsky, experta en lenguaje y desarrollo infantil, existen tres claves para que un aprendizaje sea significativo, es decir, que perdure en la memoria del niño de manera indefinida. Que sean capaces de generar imágenes mentales interiores (metáforas), emociones y movimiento. «De esta manera implicamos en el aprendizaje no solo a la cabeza, sino también al corazón y al cuerpo. En vez de aburrir y estresar a los niños con repeticiones mecánicas de conceptos, transformamos nuestras clases en experiencias y vivencias que encienden la chispa del interés y la motivación» afirma la especialista. Entonces, ¿qué papel pueden desempeñar en este proceso los cuentos y las rimas con movimiento? El juego libre, el movimiento, el ritmo, la imitación… todas ellas son actividades que el niño desarrolla en su día a día, pero que también estimulan su psicomotricidad fina y gruesa. Lo mismo sucede con las canciones, los trabalenguas y, cómo no, las rimas y los cuentos. De hecho, el aprendizaje «divertido y efectivo» se logra a través de los cuentos y las rimas con movimiento como eje central para desplegar un cúmulo de actividades imaginativas, creativas y sensoriales. ¿Por qué? Porque a través de los cuentos, las rimas y las actividades complementarias, conseguimos implicar a los niños en el aprendizaje. Y, a su vez, desarrollar habilidades básicas a nivel corporal, emocional y mental, no solo útiles para el aprendizaje específico de las letras sino para el desarrollo general de los niños. Con todo ello, Tamara Chibarovsky ha resumido las cinco principales ventajas que tanto rimas como cuentos aportan a la lectoescritura de los niños. Cinco ventajas de las rimas con movimiento 1. Fomentan un lazo afectivo hacia cada letra. La emoción juega un papel fundamental en el proceso de aprendizaje. La clave está en que esa emoción se traduzca en un deseo de aprendizaje cada vez mayor por parte del niño. 2. Potencian la conciencia fonológica y el lenguaje oral. Esta es fundamental para distinguir auditivamente cada fonema/sonido. En este sentido, Chubarovsky afirma que «la capacidad de distinguir los diferentes fonemas al escucharlos y de hablarlos correctamente es uno de los principales requisitos para que la escritura y la lectura funcionen». 3. Mejoran la motricidad de manos y ojos, así como el tono corporal. Las dos primeras son claves para que el niño pueda escribir y leer con soltura, mientras que la tonicidad corporal le ayudará a adquirir una buena postura cuando esté sentado. 4. Mayor atención, concentración y memoria. Las rimas con movimiento favorecen la capacidad de atención, concentración, memoria, así como la creación de imágenes mentales, que son aspectos transversales básicos para cualquier tipo de aprendizaje. 5. Mejoran la lateralidad y orientación espacial. Ambas capacidades son fundamentales para no confundir la orientación de las letras, así como para orientase en la hoja y dentro del texto.. Más allá de estas cinco ventajas la especialista recuerda también que «las áreas cerebrales que se activan al hacer las rimas son las mismas que se necesitan para el proceso de la escritura y la lectura, de modo que suponen un entrenamiento neuronal que supera con mucho a la realización mecánica de fichas». Cinco ventajas de los cuentos 1. Potencian su memoria visual y la capacidad de crear imágenes mentales interiores. Ambas capacidades son fundamentales para poder asociar el símbolo o letra con su sonido. 2. Facilitan la transición desde la imaginación a la abstracción. La anteriormente mencionada creación de imágenes mentales, despierta el interés del niño por plasmarlas en un papel mediante dibujos o letras. 3. Emociones. Al igual que ocurre con las rimas, los cuentos facilitan en este caso tanto lazo afectivo como ciertas emociones hacia cada letra. Todo ello dulcifica el aprendizaje del niño tanto de su capacidad de escribir como de leer. 4. Fomenta la escucha atenta y la concentración. Si el niño se encuentra disperso o desmotivado, el proceso de aprendizaje se verá ralentizado con el riesgo de que pueda derivar en otra serie de consecuencias que puedan afectar al desarrollo psicomotriz del niño. 5. Orientación espacio-temporal. Los cuentos y su contexto imaginario ayudan a que el niño trabaje la orientación espacio-temporal en su mente, como primer paso hacia procesos cognitivos más complejos y propios de edades más avanzadas. En definitiva, las rimas con movimiento y los cuentos suponen ya una nueva alternativa de aprendizaje efectiva y atractiva para los niños.
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