Pese a que se daba por ultimado un pacto entre el PSOE y el PP para renovar al fin el Consejo General del Poder Judicial, los vetos mutuos a distintos candidatos han dado al traste con las negociaciones. Ahora mismo todo sigue como hace más de dos años, cuando venció su mandato. La intransigencia del PSOE a la hora de prescindir de algunos candidatos muy ideologizados e inasumibles para el PP choca también con la presión interna que tiene Sánchez para dar presencia e influencia a Podemos y a ERC. Pero dárselas sería un error político e institucional del que es consciente hasta el propio PSOE aunque no lo admita. Si no hay acuerdo aún es porque Sánchez exige al PP cesiones que él mismo no está dispuesto a hacer, y porque es rehén de una extrema izquierda que solo pretende la implosión del Poder Judicial desde dentro. PSOE y PP están condenados a entenderse. Y deben hacerlo porque disponen de la mayoría necesaria sin depender de ningún chantaje externo.
La renovación del CGPJ vuelve a enquistarse
Pese a que se daba por ultimado un pacto entre el PSOE y el PP para renovar al fin el Consejo General del Poder Judicial, los vetos mutuos a distintos candidatos han dado al traste con las negociaciones. Ahora mismo todo sigue como hace más de dos años, cuando venció su mandato. La intransigencia del PSOE a la hora de prescindir de algunos candidatos muy ideologizados e inasumibles para el PP choca también con la presión interna que tiene Sánchez para dar presencia e influencia a Podemos y a ERC. Pero dárselas sería un error político e institucional del que es consciente hasta el propio PSOE aunque no lo admita. Si no hay acuerdo aún es porque Sánchez exige al PP cesiones que él mismo no está dispuesto a hacer, y porque es rehén de una extrema izquierda que solo pretende la implosión del Poder Judicial desde dentro. PSOE y PP están condenados a entenderse. Y deben hacerlo porque disponen de la mayoría necesaria sin depender de ningún chantaje externo.
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