Al Atlético más solvente de la era Simeone le ha saltado una pequeña alerta que sorprende por inédita. Nunca, bajo el mando del técnico argentino, le habían marcado en seis partidos de Liga de forma consecutiva, y eso es justo lo que le ha ocurrido en el último mes de competición. Es cierto que el conjunto rojiblanco ha logrado salvar esa circunstancia sin derrotas -cuatro victorias y dos empates-, pero llega uno de los tramos decisivos de la temporada y hay cierta inquietud por este bajón defensivo que ofrece carta blanca para que todos los rivales encuentren la manera de batir a Oblak. Los números ponen en evidencia este repentino agujero, coincidente con el regreso tras el parón por la Supercopa de España y con el aluvión de casos positivos por Covid. En las dieciséis primeras jornadas el Atlético solo había encajado seis goles, una estadística casi paranormal que ahora queda anulada tras los ocho recibidos en apenas treinta días. El equipo rocoso e impenetrable que despidió el 2020 muestras ahora fisuras en su muro de contención. Con todo, esos catorce tantos encajados siguen siendo la mejor cifra de los clubes de Primera y coinciden con los que llevaba el Atlético a estas alturas en la temporada 2013-14, la de su último título liguero. No es el hecho de recibir goles lo único que preocupa en el Metropolitano, sino también la forma en que se producen. En esas seis últimas jornadas, cuatro de los rivales se pusieron por delante con goles marcados en el primer cuarto de hora, lo que obligó al Atlético a un esfuerzo extra que sirvió para remontar al Eibar y al Valencia, pero no para ganar al Celta y al Levante. La conclusión es que los de Simeone se han dejado en una semana casi los mismos puntos que en el resto de la Liga y observan con más intranquilidad a sus perseguidores. «Todo esto de los goles es verdad, y tenemos que mejorar», concedía Simeone tras el encuentro del pasado miércoles en el Ciudad de Valencia. «Es difícil explicarlo. Es cierto que nos han lastimado a los comienzos de los partidos, pero el equipo se ha revuelto casi siempre. No puedo reprocharles nada». El análisis en frío invita a pensar que lo sucedido tiene más que ver con las numerosas bajas que ha padecido el Atlético en los últimos tiempos que con cualquier otra cosa, sobre todo porque ha obligado a Simeone a improvisar soluciones de forma recurrente tanto en el centro de la zaga como en los carriles de su novedoso 3-5-2. Otra vez el Levante Ese mismo problema lo volverá a sufrir el Atlético en su segundo partido de la semana ante el Levante. Carrasco y Vrsaljko se unieron a última hora a una extensa lista de bajas que también incluye a los sancionados Saúl y Savic, y que deja solo 15 jugadores disponibles del primer equipo. «La buena noticia es que Lemar ya está con nosotros», dijo Simeone en la previa.
El bajón defensivo del Atlético pone en alerta a Simeone
Al Atlético más solvente de la era Simeone le ha saltado una pequeña alerta que sorprende por inédita. Nunca, bajo el mando del técnico argentino, le habían marcado en seis partidos de Liga de forma consecutiva, y eso es justo lo que le ha ocurrido en el último mes de competición. Es cierto que el conjunto rojiblanco ha logrado salvar esa circunstancia sin derrotas -cuatro victorias y dos empates-, pero llega uno de los tramos decisivos de la temporada y hay cierta inquietud por este bajón defensivo que ofrece carta blanca para que todos los rivales encuentren la manera de batir a Oblak. Los números ponen en evidencia este repentino agujero, coincidente con el regreso tras el parón por la Supercopa de España y con el aluvión de casos positivos por Covid. En las dieciséis primeras jornadas el Atlético solo había encajado seis goles, una estadística casi paranormal que ahora queda anulada tras los ocho recibidos en apenas treinta días. El equipo rocoso e impenetrable que despidió el 2020 muestras ahora fisuras en su muro de contención. Con todo, esos catorce tantos encajados siguen siendo la mejor cifra de los clubes de Primera y coinciden con los que llevaba el Atlético a estas alturas en la temporada 2013-14, la de su último título liguero. No es el hecho de recibir goles lo único que preocupa en el Metropolitano, sino también la forma en que se producen. En esas seis últimas jornadas, cuatro de los rivales se pusieron por delante con goles marcados en el primer cuarto de hora, lo que obligó al Atlético a un esfuerzo extra que sirvió para remontar al Eibar y al Valencia, pero no para ganar al Celta y al Levante. La conclusión es que los de Simeone se han dejado en una semana casi los mismos puntos que en el resto de la Liga y observan con más intranquilidad a sus perseguidores. «Todo esto de los goles es verdad, y tenemos que mejorar», concedía Simeone tras el encuentro del pasado miércoles en el Ciudad de Valencia. «Es difícil explicarlo. Es cierto que nos han lastimado a los comienzos de los partidos, pero el equipo se ha revuelto casi siempre. No puedo reprocharles nada». El análisis en frío invita a pensar que lo sucedido tiene más que ver con las numerosas bajas que ha padecido el Atlético en los últimos tiempos que con cualquier otra cosa, sobre todo porque ha obligado a Simeone a improvisar soluciones de forma recurrente tanto en el centro de la zaga como en los carriles de su novedoso 3-5-2. Otra vez el Levante Ese mismo problema lo volverá a sufrir el Atlético en su segundo partido de la semana ante el Levante. Carrasco y Vrsaljko se unieron a última hora a una extensa lista de bajas que también incluye a los sancionados Saúl y Savic, y que deja solo 15 jugadores disponibles del primer equipo. «La buena noticia es que Lemar ya está con nosotros», dijo Simeone en la previa.
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