Cuando en 1992 llegó a los Países Bajos huyendo de un matrimonio forzado, Ayaan Hirsi Ali (Mogadiscio, 1969) dice haber experimentado una libertad que le hizo repudiar su credo islámico y la religión en general. Nacida en Somalia y criada entre Arabia Saudí, Etiopía y Kenia; Hirsi Ali halló en las mujeres europeas un referente de fortaleza e independencia al que ya no querría renunciar jamás. Sin embargo, hoy siente que los fantasmas que la atemorizaron de niña, los rigores del credo musulmán y lo que define como una brutal victimización y sexualización de las mujeres, comienzan a florecer en Europa tras echar raíces durante largos años de pasividad social e institucional. Sobre esta amenaza a las mujeres versa 'Presa'...
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