Revuelta en palacio: la Reina Isabel II pierde a su ama de llaves

Los trabajadores de la casa de campo de Sandringham, situada en el condado de Norfolk, no han visto con buenos ojos la orden de tener que hacer cuarentena durante cuatro semanas para que la Reina Isabel II y su marido, el Duque de Edimburgo, pudieran pasar allí la Navidad de forma segura, sin riesgo por el coronavirus. Muchos de los asalariados comenzaron una «revuelta navideña» que ha terminado con la dimisión de Patricia Earl, de 56 años. La mujer que llevaba trabajando más de 30 años como ama de llaves de la Monarca ha decidido abandonar el barco de forma repentina. Se comenta que Earl, quien recibió la Real Orden Victoriana por su largo servicio, estaba avergonzada por el comportamiento de sus compañeros, pero no hay nada confirmado. Lo que está claro es que esta revuelta cambió los planes de Navidad de la Reina Isabel II. Finalmente, la Monarca no pasará las Navidades en la finca de Sandringham con la familia al completo, como hace cada año, sino que permanecerá en el Castillo de Windsor. Eso sí, se sabe que la Monarca está furiosa con los trabajadores de su casa de campo por negarse a la cuarentena. Tanto la Reina Isabel II como el Príncipe Felipe son grupos de riesgo por su edad. Serán unas fiestas muy diferentes para la Reina, acostumbrada a estar en familia. Este año solo disfrutará de la compañía de su marido y no podrá ver a sus nietos ni a sus bisnietos. Esta mañana se conocía que la Monarca y su marido se pondrán la vacuna del coronavirus en un par de semanas, siguiendo con el calendario propuesto por el Gobierno británico. No tendrán un trato preferencial, pero su vacunación tendría, según expertos citados por «The Mail on Sunday», un importante efecto en la sociedad para combatir las campañas de desinformación propagadas por el movimiento antivacunas, que cuenta con un notable seguimiento.

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