El bailarín Rafael Amargo ha estrenado este sábado 5 de diciembre su obra «Yerma» en el Teatro de la Latina, que ha sido recibida a la finalización con el público puesto en pie y aplaudiendo. Amargo se ha dirigido a los espectadores para agradecer este apoyo y reivindicar su inocencia, asegurando que es alguien «honrado y serio». «Gracias al teatro donde estamos, porque entre tanta incertidumbre lo normal hubiera sido que no nos hubieran dejado bailar», ha comenzado su alocución final Amargo, cuando ya el público llevaba casi tres minutos en pie ovacionando al elenco. El bailarín ha reconocido que está pasando por «días duros» y no sabe cómo puede «estar entero». «Es la primera vez que estoy más blando», ha reconocido el artista, mientras desde el público se le alababa pidiéndole que no perdiera «nunca el humor» y que es un artista «muy querido». El aforo de La Latina en este estreno -con restricciones por la covid- prácticamente no ha llegado al 40%, si bien el patio de butacas sí daba la sensación de estar completo -con los espacios obligados por seguridad-. «Gracias a todos los que me queréis, tengo que medir las palabras exactas y el fondo de todo es mucho amor. Estoy muy nervioso. Hacía cinco años que no venía a Madrid, porque siempre que vengo me sale una feria así de grande. Me da miedo, porque me cuesta mucho, y prefiero expresarme aquí por mucho dinero que me den en la televisión», ha continuado. Amargo, visiblemente emocionado, ha repartido también agradecimientos a su familia y a su equipo, que «han luchado y siguen aquí al lado». «Seré lo que pueda ser, pero si tengo algo es que soy honrado y serio y en tiempos de covid, que es muy difícil, lucho porque estas familias puedan hacer el entretenimiento de un pueblo», ha defendido. Con un «viva la cultura» y citando a Lorca -también comparando en cierta manera la persecución que sufrió este autor con la suya-, Amargo ha cerrado una función que ha terminado igual que ha empezado, rescatando la figura del poeta granadino. «Con lo que yo me entretenía cuando estaba en un calabocito oscuro...» son de las primeras palabras que se escuchan en este ecléctica «Yerma»', que mezcla baile flamenco, urbano, texto teatral y canto. «Yo pretendo que el teatro sea un escándalo», responde Amargo-Lorca en una de sus primeras intervenciones, parafresando al autor de 'La casa de Bernarda Alba'. El bailarín ha logrado poner en escena un espectáculo después de una semana muy dura, en la que ha pasado por comisaría para declarar por una acusación de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal. «Soy más que inocente, por eso estoy aquí. No puedo dar un paso atrás, es mi compañía y lo que quiero es dar tres pasos hacia delante», explicaba antes del estreno el bailarín, quien reiteraba además su inocencia y resaltaba que lo que quería era «bailar». El espectáculo que Amargo ha presentado cuenta con una puesta en escena sobria, con un escenario de hojas secas, simulando una gran Plaza de Toros, y puertas colgantes sobre un tablao. El vestuario corre a cargo del propio Rafael Amargo, con su marca Amoramargo. En el escenario, la idea propuesta por el bailarín es la de mostrar una autobiografía de Lorca, soñando con ser Yerma. Y entre medias, se cruzan el baile flamenco, la danza urbana y la palabra para dar forma a «un musical en toda regla». Amargo, en esta ocasión, ejerce más de maestro de ceremonias, dejando el protagonismo del baile a Daniel Navarro. Acompañan a Rafael Amargo en este show actores como Blanca Romero --hoy no presente ya que se alterna con Sara Vega-- o Chelo Vázquez; artistas flamencos como Mayte Maya, El Perrete, Sandra Hita, Vicky Duende y Daniel Navarro --uno de los más aclamados-- e incluso hasta un contorsionista, Abdel Luna.
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