Reino Unido es uno de los mercados más atractivos para los cazadores de dividendos. El índice de referencia de la bolsa de Londres, el FTSE 100, está compuesto por varias empresas con sólidas políticas de retribución al accionista. Para el inversor español, echar un vistazo a lo que ocurre al otro lado del Canal de la Mancha puede ser una opción interesante para diversificar la cartera. En Londres hay empresas listadas en sectores que no cotizan en la Bolsa española. Un ejemplo sería la industria del tabaco con British American Tabaco e Imperial Brands, o el de suministro y tratamiento de aguas con United Utilities y Severn Trent. En minería un ejemplo podría ser Rio Tinto, mientras que en defensa cuenta con BAE Systems, el mayor contratista militar de Europa. Cada una de esas compañías ofrece más de un 4,2% anual en rentabilidad por dividendo actualmente. Hay sectores, como el de bienes de consumo, donde hay gran variedad de cotizadas. El FTSE 100 cuenta con el gigante de bebidas alcohólicas Diageo, además de multinacionales como Reckitt Benckiser y Unilever. La rentabilidad es del 2,4% en Diageo, del 2,71% en Reckitt Benckiser y del 3,5% en Unilever. También, el FTSE-100 cuenta con empresas que participan directamente en el desarrollo de la vacuna del Covid, como GlaxoSmithKline y de AstraZeneca. Su rentabilidad por dividendo es del 5,45% y del 2,79% respectivamente. A la hora de implementar una estrategia de inversión por dividendo, es importante fijarse en empresas que hayan tenido una política de retribución creciente y sostenible. En este segmento, entre otras compañías destacan Halma, Sage y Diageo. Halma ofrece apenas una rentabilidad del 0,6%, pero lleva más de 40 años aumentando su dividendo. La rentabilidad de Sage ronda el 3% y lleva más de diez años subiéndolo, mientras que la de Diageo es un 2,4% y lleva dos décadas creciendo anualmente. Fortaleza del euro La actual fortaleza del euro frente a la libra esterlina es otro factor a la hora de considerar si se debe poner un pie en las islas británicas. Un euro se cambia por 0,9 libras, un 22,2% más que los 0,7 de noviembre de 2015. La inestabilidad política en Reino Unido ha mantenido por encima del 0,83 el tipo de cambio EUR-GBP desde inicios de 2017, después de conocerse los resultados del referéndum del Bréxit el 23 de junio 2016. El futuro incierto del Reino Unido fuera de la UE puede presionar la cotización de la libra. Sin embargo, las cien empresas que componen el FTSE 100 generan aproximadamente el 70% de sus ingresos en el extranjero. Esa distribución global les dota de un cierto nivel de protección ante los constantes vaivenes políticos británicos. De hecho, el FTSE 100 había subido un 25% desde finales de junio 2016 hasta enero 2020, antes de la llegada del Covid-19. En cuanto a la fiscalidad, los dividendos en Reino Unido tienen una retención del 0%. En cada pago de dividendo, sin embargo, los accionistas reciben un 90% del importe bruto. Esto se debe a que automáticamente se aplica un crédito fiscal del 10% que los residentes en Reino Unido pueden recuperar con su declaración de la renta. Desafortunadamente, ese recorte del 10% no es recuperable por los residentes en España. Otro inconveniente fiscal es el llamado «Stamp Duty Reserve Tax». Es un impuesto del 0,5% sobre el valor de la compra. El «Stamp Duty» sólo se paga cuando se adquieren acciones, no cuando se venden. Este impuesto tampoco es recuperable.
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