La actividad de los parques temáticos no termina de carburar pese al verano. Lejos de llegar a la normalidad anterior a la pandemia, el sector vive sumido en una «casa del terror» permanente. La temporada alta se acerca a su fin y la facturación y afluencia en los parques de atracciones, zoos y acuarios se desploma un 80% con respecto al año pasado. En cifras, teniendo en cuenta los ingresos declarados por la Asociación Española de Parques de Atracciones (AEPA), serían en total unos 240 millones de euros menos que en 2019. En declaraciones a ABC, el presidente de AEPA, Guillermo Cruz, explica que «la situación es muy complicada». La actividad de los parques de ocio no se mantiene durante todo el año, sino que tiene una vigencia desde marzo hasta noviembre, en general. «La primera parte de ese periodo, que suele ser importante por los grupos escolares, se perdió. Pensábamos que el segundo periodo iba a ser más llevadero, con unas pérdidas entre el 50 y el 60% respecto al año anterior. Lo cual, sumados los dos efectos, hacía que no mereciera la pena abrir», relata. Sin embargo, esas pérdidas han terminado incrementándose hasta el 80% anteriormente referido. «Contábamos con una caída grande de afluencia, y por tanto de ingresos, pero no tanta como está sucediendo ahora mismo», lamenta Cruz. El sector adoptó medidas de seguridad e invirtió más de 10 millones de euros para ello. Además, recortó horarios, calendario y aforo para garantizar su cumplimiento. En el caso del aforo, incluso lo limitó más allá del 50% que estipulaba la ley, permitiendo llegar tan solo hasta el 35%. «Nosotros tenemos un aforo muy amplio porque somos espacios abiertos con mucha capacidad. Isla Mágica tiene una capacidad de 19.800 personas, el 50% son casi 10.000. Con esa cifra no seríamos capaz de controlar la distancia», prosigue Cruz. Ante esta situación, el presidente de AEPA reclama al Gobierno que se les rebaje el tipo impositivo hasta el 10%. A los parques de atracciones se les subió el IVA en la anterior crisis económica, junto a cines, teatros, museos y otras actividades culturales. Hoy día, según denuncia Cruz, solo ellos siguen con esa subida de forma vigente. Para AEPA, de esta rebaja se beneficiaría el consumidor final con una bajada de precio, y además permitiría al sector ser más competitivo internacionalmente. «En Inglaterra acaban de poner el 5%, en Francia están en el 12%, en Alemania entre el 8 y el 10... es injusto que tengamos que competir con un tipo impositivo de más del doble», explica Cruz. Empleo en peligro El mantenimiento del empleo es otro de los asuntos que más preocupan a AEPA. En concreto, la delicada situación del sector tiene en vilo a más de 85.000 empleos directos e indirectos. Además, Cruz alerta de que puede haber posibles cierres. «Es fácil que se lleve por delante negocios enteros. Los grandes tienen pulmón aún para aguantar, pero los pequeños tienen problemas más serios», argumenta. Por eso pide que se prolonguen los ERTE hasta, al menos, 2021, porque si no «la única alternativa es el despido». En materia laboral también reclama que los parques temáticos se puedan beneficiar de las bonificaciones de fijos discontinuos -la mayor parte de la plantilla del sector se compone así- y no solo los de alojamientos, restauración y agencias de viajes. Cruz recuerda que son de los más afectados en una crisis económica, pero que también tienen un impacto positivo en la economía: «Por cada euro que se gasta en nosotros, se genera en el entorno entre 3,5 euros y 6».
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