La protesta racial vuelve a incendiar EE.UU. en la recta final de la campaña electoral

La protesta racial ha prendido las llamas de los disturbios en otro estado norteamericano, en esta ocasión Wisconsin, donde ya han muerto dos personas y decenas han resultado heridas, una de gravedad, en el tumulto posterior a un nuevo tiroteo contra un hombre de raza negra. La Policía por fin ha dado su versión de lo que ocurrió el domingo antes de que Jacob Blake, de 29 años, acabara en el suelo con siete tiros en la espalda. Pero esas explicaciones llegan ya cuando los manifestantes en contra del racismo y la violencia policial se enfrentan en las calles a civiles armados que, movilizados por medio de las redes sociales, han prometido usar la fuerza para evitar saqueos y acordonar propiedad privada. Estos nuevos disturbios en Wisconsin se han declarado justo durante el congreso del Partido Republicano, que esta semana ha aclamado a Donald Trump y Mike Pence como candidatos a la reelección. Finalmente la protesta racial, que comenzó a finales de mayo tras la muerte de George Floyd bajo custodia policial, está marcando la campaña. Los republicanos, incluidos Trump y Pence, acusan a los demócratas de querer recortar la policía y alentar el caos. Por su parte, los demócratas han expresado solidaridad con los que protestan, siempre que lo hagan de forma pacífica. Tras la muerte, el martes, de dos personas en uno de los disturbios en la ciudad de Kenosha, de 100.000 habitantes y en el sur de Wisconsin, la policía arrestó a un menor de edad, Kyle Rittenhouse, de 17 años, natural de Grayslake, Illinois, que se había registrado en un programa de entrenamiento para entrar, en edad laboral, en los cuerpos policiales. A este menor, que ha publicado fotos en redes sociales con fusiles de asalto, se le ha imputado un homicidio premeditado en primer grado, dijo la policía en un comunicado de prensa y está bajo custodia policial. La Policía no ha confirmado aún que él fuera al autor de los disparos que provocaron la muerte a aquellos dos manifestantes el martes. Varios medios estadounidenses publicaron este jueves imágenes del detenido limpiando pintadas en monumentos que habían sido vandalizados antes durante la protesta. Las víctimas fallecidas el martes han sido identificadas como un joven de 26 años de Silver Lake, Wisconsin, y otro de 36 años de Kenosha, el lugar donde comenzaron los disturbios. Los vídeos que circularon en las redes sociales después de ese incidente, ocurrido en una gasolinera, muestran a una persona con lo que parece un rifle corriendo por una calle, perseguido por una multitud. El individuo cae al suelo y comienza a disparar. El origen de la protesta El domingo, la Policía había abatido a tiros a Blake, un momento captado en vídeos difundidos por redes sociales, algo que prendió de nuevo una protesta racial que dura desde mayo. Después de tres días de silencio, las fuerzas del orden de Wisconsin ofrecieron su primera versión de lo que llevó a ese tiroteo el miércoles por la noche. La División de Investigación Criminal del Departamento de Justicia de Wisconsin dijo que habían recibido una llamada de auxilio por una disputa familiar. Los agentes llegaron al lugar e intentaron arrestar a Blake en la calle sin éxito. Blake se zafó, rodeó su vehículo, abrió la puerta del lado del conductor y se inclinó hacia adelante. El agente Rusten Sheskey, que lleva en ese departamento policial siete años, le disparó siete veces por la espalda. La Policía informó de que Blake tenía un cuchillo en su poder, que los agentes hallaron en el coche. La Fiscalía investiga el incidente, y el agente Sheskey se halla suspendido. La Policía no ha aclarado si Blake amenazó con usar el cuchillo, o por qué Sheskey disparó tantas veces en la espalda a Blake, y no menciona en ese informe que sus tres hijos menores estaban en el asiento trasero del vehículo. Sí había dicho antes a los medios locales que a Blake se le buscaba por agresión sexual y por violencia de género. La versión policial de los hechos se hizo pública sólo después de tres noches de protestas en contra de la Policía en Kenosha, con disturbios, incendios y saqueos. Las protestas se han extendido hasta el mundo del deporte. El miércoles por la noche los Milwaukee Bucks, equipo de la NBA radicado en la mayor ciudad de Wisconsin, se negó a jugar un partido de playoffs. Otros equipos y jugadores se sumaron brevemente a la huelga, hasta que el jueves decidieron retomar los playoffs. Esta nueva ola de disturbios ha suscitado el interés de manifestantes, activistas y políticos de todo el país. Varios de ellos han alertado del riesgo de un conflicto abierto, dada la presencia en las calles de personas armadas. De hecho, el think tank «The Atlantic Council» publicó este jueves un informe en el que revela que varias milicias se movilizaron en redes sociales el lunes para acudir armadas a Wisconsin, enfrentarse a los manifestantes y proteger a la Policía y la propiedad privada. Múltiples publicaciones en Facebook y Reddit instaron a las milicias y otras personas armadas a participar en las protestas. La red social Facebook informó ayer de que ha borrado varios grupos que incitaban a la violencia en Wisconsin.

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