Joan Margarit, en paz descanse, dejó escrito que «la libertad es una librería». El verso, claro, terminó convirtiéndose en un eslogan para el sector del libro, tan romántico en su publicidad, tan cuqui siempre. No deja de ser cierto por eso, auténtico, como también el resto del poema: «La libertad es hacer el amor en los parques. / Es el alba de un día de huelga general. / Es morir libre. Son las guerras médicas. / Las palabras República y Civil», etcétera. El caso es que la libertad es una librería, sí, pero esta también es un negocio, como tantas otras cosas. Incluso puede ser una causa de adicción, como las casas de apuestas: hay muchas personas consumidas por el...
Ver Más
0 Commentaires