Un nuevo estudio recomienda que en los niños sanos con síntomas de trastornos respiratorios del sueño, como ronquidos o interrupción temporal de la respiración, se debe considerar someterles a un estudio del sueño (polisomnografía) y discutir los posibles beneficios de esto con su pediatra u otorrinolaringólogo para posiblemente controlar los síntomas del niño de forma médica y antes de la cirugía, según publican en la revista «Annals of Otology, Rhinology & Laryngology». Los trastornos respiratorios del sueño son comunes en los niños y varían desde ronquidos leves hasta apnea del sueño severa. Hacer un estudio del sueño proporciona más información sobre la gravedad de la afección. A menudo, los médicos sugieren la adenoamigdalectomía (extirpación de las adenoides y las amígdalas) para mejorar la afección. Existen pautas contradictorias sobre el beneficio potencial de los estudios del sueño. Para determinar la prevalencia y las características de los niños con estudios de sueño electivos normales para trastornos respiratorios obstructivos del sueño, los investigadores realizaron un estudio retrospectivo en pacientes de entre dos y 18 años que se sometieron a polisomnografía diagnóstica para trastornos respiratorios del sueño entre 2012 y 2018. «Encontramos que muchos niños (44,7 por ciento) que teóricamente procederían a la cirugía sin un estudio de sueño preoperatorio si se siguieran estrictamente las pautas, tenían estudios de sueño normales, lo que potencialmente cuestiona la necesidad de cirugía», explica el autor correspondiente Michael Cohen, profesor asistente de otorrinolaringología, cirugía de cabeza y cuello en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (BUSM), en Estados Unidos. También encontraron que los niños caucásicos, los niños mayores de cuatro años, los niños sin síntomas respiratorios distintos de los ronquidos y los niños con amígdalas más pequeñas tenían más probabilidades de tener estudios de sueño normales. Según la coautora Jessica Levi, profesora asociada de otorrinolaringología y pediatría en la BUSM, esta investigación demuestra que la obtención de estudios del sueño puede afectar las decisiones de manejo sobre si proceder con una adenoamigdalectomía o manejar médicamente los síntomas del niño. «Las posibles demoras en la atención y el costo asociado con la obtención de polisomnografía deben sopesarse con las preocupaciones de los padres y la posibilidad de que el resultado pueda cambiar el manejo. Estos factores deben discutirse con la familia de cada paciente con el objetivo de compartir la toma de decisiones», agrega Levi, quien también es director de otorrinolaringología pediátrica en el Boston Medical Center.
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