Según la Asociación Española de Pediatría (AEP) hasta un 33% de adolescentes de 3º y 4º de la ESO se han realizado algún tatuaje o piercing, y al 80% de este grupo de edad les gustaría hacérselo en un futuro. Tal como explica el doctor Fernando Baixauli, pediatra de los hospitales Vithas Castellón, Vithas Consuelo y Vithas Valencia 9 de Octubre, «cada vez existe mayor aceptación y permisividad con las técnicas del body art y los adolescentes lo ven como una decisión personal de algo que está de moda y que no tiene otra implicación más que la del culto al cuerpo, como el que se tiñe el pelo o lleva sombrero. Se suele decidir por una cuestión grupal, por imitación de sus ídolos o por afianzar su identidad». Por lo tanto, ante esta batalla perdida de muchos padres, «se debe intentar que los adolescentes estén bien informados sabiendo que la edad legal para poder hacerlo con permiso de los padres es a partir de 16 años, a excepción de pezones y área genital, que no admite consentimiento hasta que son mayores de edad». El especialista subraya que «lo primero que hay que hacer es sentarse con ellos y explicarles que son procedimientos dolorosos, no exentos de riesgos y complicaciones, y sobre todo en el caso de los tatuajes, definitivos o muy difíciles de eliminar. Sin embargo, si están convencidos de decorar su cuerpo, se debe ayudarles a decidir qué y en qué parte se lo quieren hacer, y sobre todo es clave acudir a centros profesionales que reúnan las condiciones higiénico-sanitarias exigidas por ley. Eso implica que el tatuador o piercer utilice guantes estériles de látex, así como que los materiales sean desechables y que los tintes y colorantes tengan fecha de caducidad». Además, se debe tener en cuenta que los jóvenes deberán estar vacunados de la hepatitis B y del tétanos. «Tras la realización del procedimiento, –comenta el especialista–, el adolescente podrá tomar ibuprofeno cada 12-24 horas durante unos días, para disminuir el dolor y la inflamación». Tatuajes El doctor Baixauli da una serie de consejos con respecto a los tatuajes, «hay que evitar realizarlos en zonas con cicatrices o enfermedades cutáneas como psoriasis o líquen y las tintas, sobre todo las de color rojo, amarillo, verde y azul, pueden producir alergia, por ello, es conveniente hacer una prueba previa con un par de puntos una semana antes». Después de realizarse, el tatuaje permanecerá durante 1 a 5 horas cubierto con un vendaje de plástico trasparente. Se lavará con agua y jabón y se secará con gasa o toalla limpia sin arrastre, «a golpe», a continuación, se aplicará una crema antibiótica, y todo esto se realizará 3 veces al día durante 10 días. «Pasado este tiempo, –agrega el doctor Baixauli–, será conveniente aplicar una crema hidratante, así como evitar la exposición al sol durante al menos 2 semanas. Luego aplicar factor de protección 30». El profesional aconseja «evitar piscinas, jacuzzis o baños turcos durante al menos 3 semanas y si se percibe hinchazón o inflamación se puede aplicar hielo en la zona del tatuaje y si en cualquier momento nota dolor, supuración, fiebre, picor o inflamación importante, hay que acudir de inmediato al dermatólogo». Piercing Según el especialista, «es importante que el piercing sea de un material adecuado que no dé problemas como el acero quirúrgico, oro sólido de 14 a 18 kilates, niobio, titanio o platino. Materiales como níquel, cinc o vanadio pueden producir reacciones alérgicas, o llevar componentes tóxicos, nocivos para la salud». Según la legislación vigente, las pistolas sólo deben utilizarse en el lóbulo de la oreja y, además, «hay que tener en cuenta que localizaciones como la lengua o los labios tienen más riesgo de infección». Entre los riesgos del piercing, el profesional enumera «una posible infección local, tanto bacteriana como vírica; infección general como hepatitis, sífilis, SIDA, tétanos, así como mayor riesgo de endocarditis en personas con cardiopatías congénitas; hemorragia; alteraciones de la cicatrización como queloides y cicatrices sobreelevadas y alteraciones dentales en piercings realizados en lengua y labios». El doctor Baixauli subraya que «una vez realizado, se deberá llevar un exhaustivo cuidado de la zona y del piercing durante el proceso de cicatrización, esta dependerá mucho de cada persona y de la zona elegida, pero mientras dura la cicatrización, es fundamental llevar una higiene adecuada: lavarlos 2-3 veces al día con un jabón antibacteriano, y evitar cremas y maquillajes durante el proceso de cicatrización». Para los realizados en boca o cavidad oral, «se debe estrenar nuevo cepillo de dientes, lavarlos con frecuencia durante el día. Así mismo utilizar un enjuague bucal antibacteriano sin alcohol y evitar en estas zonas, el consumo de alcohol, tabaco, chicle y picante».
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