La mayor locura

Chesterton juzgaba el suicidio «mal definitivo y absoluto», porque a diferencia del asesinato, que mata a otro hombre, el suicidio mata a todos los hombres, aniquila al mundo entero. Cuando rompemos el vínculo con el ser, destruimos espiritualmente el universo. ¿Y qué decir de una época que consagra legalmente este aniquilamiento? No puede ya llamarse civilizada, pues ha entronizado el virus de la desesperación, que cuando se cuela de rondón en las comunidades humanas acaba por gangrenarlas; y que, cuando es entronizado, provoca su disolución en medio de horrores abominables que hoy todavía no podemos ni imaginar; pero que terminaremos probando en nuestras propias carnes, o en las de nuestros hijos. Porque allá donde no se protege el vínculo con el... Ver Más

Enregistrer un commentaire

0 Commentaires