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Cuando el Barcelona y el Valencia acordaron un trueque entre Cillessen y Neto durante el verano de 2019, cierto aroma a ingeniería financiera para cuadrar cuentas embriagó la operación. El neerlandés fue tasado en 35 millones de euros (los mismos que pagó el Real Madrid por Courtois un año antes) y el brasileño en 26 millones fijos más otros 9 en variables. Ambos entraban en el top-10 de los porteros más caros de la historia del fútbol. Las sospechas quedaron pronto confirmadas viendo el protagonismo de ambos en sus nuevos equipos. Mientras que Cillessen, cansado de estar a la sombra de Ter Stegen, buscaba más protagonismo, Neto asumió el cambio como una posibilidad de engrosar su palmarés aceptando que disputaría pocos minutos. Hoy se enfrentan Barcelona y Valencia en el Camp Nou y ninguno de los dos estará bajo palos. Aunque Cillessen disfrutó de la titularidad durante la pasada temporada, tanto con Marcelino García Toral como con Albert Celades, las lesiones le han impedido afianzarse en la portería de Mestalla. Una molestia muscular en el mes de diciembre le llevó a la enfermería y Jaume Doménech se asentó en la meta. El valenciano aprovechó el rosario de dolencias que padeció el neerlandés, que no ha podido debutar esta temporada e incluso ha tenido que pasar por el quirófano tras sufrir una rotura muscular y tendinosa del recto anterior del cuádriceps este pasado mes de noviembre. No podrá reaparecer hasta febrero de 2021. Con tres años más de contrato, escaso rendimiento y un insostenible impacto económico (12 millones anuales entre salario y amortización), Cillessen vuelve a estar en el mercado, algo que el meta acepta porque sabe que sus opciones de disputar el Mundial pasan por volver a jugar. También está Neto en el mercado, aunque su protagonismo esta temporada ha sido algo mayor. Una lesión de rodilla de Ter Stegen le dejó sin competencia durante los seis primeros partidos de Liga, aunque un grave error ante el Alavés, facilitando el empate del equipo vitoriano al hacerse un lío con el balón tras una cesión, precipitó el retorno del alemán. «Mi objetivo personal es ganarlo todo, porque soy una persona ganadora y, cuando llegas a un equipo como el Barça, solo piensas en ganar cada partido», insiste el brasileño, que aceptó marcharse del Valencia después de que Doménech también le arrebatara la titularidad. «Respeto a Ter Stegen pero voy a darlo todo y a ganarme un puesto», aseguraba el día de su presentación. En año y medio solo ha disputado 14 partidos. Ni él ni Cillessen jugarán hoy.
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