El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, busca trasladar el coste de la gestión de la crisis del coronavirus a las Comunidades Autónomas en esta segunda etapa de la pandemia que se inicia con el final del verano. En la primera pantalla, los meses más difíciles y duros de confinamiento y de estado de alarma, el Gobierno central asumió el liderazgo total de la crisis sanitaria mediante el mando único. Lo que provocó el inevitable deterioro de la coalición y un prematuro desgaste a pocos meses de haberse configurado. Ahora, los planes son otros. El presidente del Gobierno planteó ayer a los gobernantes autonómicos la posibilidad de solicitar al Congreso el estado de alarma sin el requisito de que la petición salga del Ejecutivo. Así lo expresó Sánchez, después de presidir el Consejo de Ministros, en una comparecencia institucional para hacer balance de la situación epidemiológica del país y ofrecer a las comunidades recursos jurídicos, materiales y humanos. «Todas las comunidades autónomas tienen a su disposición la herramienta legal del estado de alarma y la posibilidad de solicitar su declaración en todo o en parte de su territorio», explicó el presidente del Gobierno, que considera que «existen medios jurídicos suficientes» para enfrentar al incremento de los contagios. Además, el Gobierno central propone que el mando único recaiga en el presidente autonómico solicitante. No obstante, esta opción que plantean desde La Moncloa ya está reflejada en los artículos 5 y 7 de la Ley Orgánica 4/1981, del 1 de junio, que regula los estados de alarma: «Cuando los supuestos a que se refiere el artículo anterior afecten exclusivamente a todo, o parte del ámbito territorial de una comunidad autónoma, el presidente de la misma podrá solicitar del Gobierno la declaración de estado de alarma» y «la autoridad competente será el Gobierno o, por delegación de éste, el presidente de la comunidad autónoma». Lo que no aparece en el texto normativo, y que Sánchez presentó ayer, es que el presidente autonómico tendrá que comparecer en el Congreso junto al presidente del Gobierno para solicitar la aplicación, las prórrogas que considere y someterse al control parlamentario. Descarga la responsabilidad Una maniobra con la que Sánchez descarga la gestión y la responsabilidad de la crisis sanitaria en las regiones. Envuelta la argucia, eso sí, con el vaporoso término de la «cogobernanza». O, como llegó a manifestar en un momento de la rueda de prensa, respetando el «Estado cuasi federal» donde las regiones tienen plenas competencias. En La Moncloa tenían preparadas las respuestas para defenderlo. Los asesores del presidente, como siempre sentados en las primeras filas de la sala de prensa, asentían satisfechos cuando él explicaba las razones por las que dejar en manos de las autonomías la gestión. «Si hay un presidente autonómico que pide la activación, ¿quién mejor que él para explicarlo en el Congreso? La mesa del Congreso decidirá en qué formato, nosotros no entramos en eso, decimos que le damos esa posibilidad», explicó Sánchez. «Como ha habido algunos gobernantes que han dicho que no tienen todos los instrumentos, les recuerdo que existe este y que además ponemos el respaldo parlamentario para que pueda salir adelante en el Congreso», respondió luego. El presidente del Gobierno también se comprometió a que la comunidad que solicite la aplicación del artículo 116 de la Constitución «tendrá el completo respaldo del Gobierno y de la mayoría parlamentaria que lo sustenta». Es decir, el apoyo de los diputados de PSOE y Unidas Podemos, 155 escaños. Asimismo, Sánchez quiso apostillar que «hablar de estado de alarma no es hablar necesariamente de confinamiento» y que las regiones podrán adoptar diferentes formatos, fases y normas. Por su parte, los presidentes autonómicos se enteraron una vez más durante una comparecencia institucional de las propuestas del jefe del Ejecutivo. El propio Sánchez admitió ante la prensa que no lo había trasladado «de esta manera» durante la última Conferencia de Presidentes el pasado 31 de julio, en La Rioja. Aunque puntualizó que sí hablaron de que existía una ley de 1981 que les habilitaba. «La evolución es preocupante» En paralelo, el Gobierno considera que la evolución de la pandemia «es preocupante» cinco meses después de haberse decretado el estado de alarma, vigente del 14 de marzo al 21 de junio. H ay territorios donde el virus está afectando con más intensidad que a otros. «Ahora mismo tenemos un nivel de contagios muy elevado en nuestro país en comparación con otros países europeos, pero también se está haciendo un esfuerzo de detección precoz que está siendo sobresaliente», expresó. «Los datos no son buenos, la evolución y la situación global es preocupante, sí, lo es, tenemos que estar vigilantes, pero también serenos», continuó. Pero como nota positiva recordó que no estamos en la misma situación que en marzo, cuando tuvo que confinarse a todo el país. Eso sí, exigió mantener la responsabilidad y seguir las normas sanitarias; distancia social, mascarilla y lavado de manos, porque los contagios están aumentando.Conferencia de PresidentesLa reunión prevista para finales de agosto se celebrará finalmente a primeros de septiembre. Abordarán un plan conjunto para la «vuelta al cole» Frente a esto, además de ofrecer su apoyo para aplicar la alarma por territorios o zonas, el Gobierno central también pondrá a disposición de las CC.AA. a 2.000 especialistas en labores de rastreo de las Fuerzas Armadas para aquellas autonomías que no dispongan de recursos humanos suficientes, así como más medios digitales y técnicos para que la aplicación móvil «Radar Covid», que dibuja el circuito de contactos con positivos, pueda desarrollarse de manera óptima en toda España. Reuniones con los líderes políticos El presidente del Gobierno informó de que la semana que viene empezará una ronda de contactos con los principales líderes de los grupos parlamentarios para pedir «unidad» contra la pandemia y que abandonen «las luchas partidistas». En un escenario de crisis económica y sanitaria, Sánchez quiere encarar con los partidos políticos cuanto antes la negociación de los Presupuestos y la renovación de órganos institucionales. «El enemigo es el Covid», advirtió, apelando a la «responsabilidad y sentido de Estado» de los grupos. El presidente del Gobierno volvió a pedir el apoyo para las nuevas cuentas. «Queremos y necesitamos unos Presupuestos de país, no unos Presupuestos de un Gobierno u otro. Los antiguos eran ya inservibles antes de la crisis de la pandemia y ahora tras la crisis son peor que inútiles, son nocivos y contraproducentes», dijo Sánchez. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, señaló hace unas semanas que la intención es presentar el proyecto en septiembre si consiguen los apoyos. Además, el jefe del Ejecutivo planteará a los líderes políticos, sobre todo al presidente del PP, Pablo Casado, la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el Tribunal Constitucional, el Consejo de RTVE o el Defensor del Pueblo. En este sentido, exige «máxima generosidad y responsabilidad». Respecto a la Conferencia de Presidentes que iba a celebrarse a finales de mes para estudiar un plan coordinado para la vuelta a las aulas, Sánchez señaló que será telemática y se celebrará a primeros de septiembre porque esta semana hay un Consejo Interterritorial que se centrará en la «vuelta al cole».
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