La pandemia del coronavirus ha supuesto un antes y un después en nuestras vidas. En el caso de los niños, la irrupción de la COVID-19 supuso que sus rutinas cambiaran drásticamente ya que dejaron de asistir de forma presencial al colegio y de tener contacto físico con sus compañeros. Ahora, llega el mes septiembre con la vuelta al cole llena incertidumbre e interrogantes entre los padres. Tras meses en casa, llega el momento del reencuentro con la rutina del aprendizaje y libros. Sin embargo, tal y como especifica la psicóloga Silvia Álava, «el aprendizaje o la disposición al estudio no sólo es a través de los libros, mediante el juego también podemos contribuir a él». El I Estudio sobre los beneficios del juego y la actividad física en niños, llevado a cabo por las galletas Príncipe junto a la psicóloga infantil Silvia Álava y a través de IPSOS y en el que han participado más de 1.000 padres, ha puesto de manifiesto precisamente que los juegos tradicionales y el deporte son las actividades que mejor contribuyen a la disposición al estudio. Tal y como ha especificado Álava «queremos que nuestros hijos aprendan lo máximo posible, que no se queden atrás en el colegio, que sigan el ritmo impuesto por el centro educativo y, en ocasiones, se nos olvida que muchos aprendizajes se pueden realizar a través del juego. De hecho, la neuropsicología nos muestra que el aprendizaje se consolida mejor a través de las emociones agradables». El papel de las pantallas en el aprendizaje Este año el regreso a las aulas va a ser muy diferente. Y es que a la emoción por volver a empezar un nuevo curso escolar, se suman las medidas seguridad y distanciamento social necesarias ante la pandemia. Asimismo, el entusiasmo de los padres porque sus hijos vuelvan a la normalidad va a tener un papel clave en esta reincoporación. En este sentido, una de las máximas preocupaciones de los progenitores es cómo sus hijos van a volver a coger la rutina de estudio tras tantas semanas jugando solos e interactuando con una pantalla. Y es que, tal y como ha demostrado este estudio, el 52% de los padres encuestados considera que el uso recreativo de pantallas altera la disposción al estudio. «Vivimos en un mundo totalmente tecnológico. Gracias a ellas nos comunicamos, tenemos acceso a la información del conocimiento, nos han permitido que la educación de los niños continúe…, pero no debemos permitir que ocupen todo el tiempo de ocio de nuestros menores, dado que los juegos tradicionales tienen un efectos en el desarrollo cognitivo y socioemocional en los niños que las pantllas no tienen», ha señalado la psicóloga Silvia Álava. Jugar de forma diferente Las medidas de prevención y seguridad del coronavirus van a impactar directamente en la forma de jugar que tienen los niños. Si finalmente hay clases presenciales, los recreos van a ser diferentes pero esto no quiere decir que ya no puedan jugar, si no al contrario. «En la medida de lo posible, debemos fomentar que los niños juegen al aire libre, a juegos que impliquen movimiento y que puedan practiar deporte, dado que está demostrado que tienen un efecto positivo en el aprendizaje y en el desarrollo cognitivo y emocional de los más pequeños», ha explicado Álava. Por otro lado, tal y como ha destacado Silvia Álava, «este estudio ha puesto de manifiesto que para el 90% de los padres el deporte contribuye positivamente en sus hijos ayudándoles a aprender por lo que, siguiendo, por supuesto, todas las recomendaciones sanitarias acerca del coronavirus, el deporte y la actividad física son una asignatura más en esta vuelta al cole». Los resultados que han arrojado esta investigación, también han mostrado que 9 de cada 10 padres creen que, para el desarrollo de las habilidades de percepción, comprensión y regulación emocional, tanto el deporte como el ejercicio físico, seguido de los juegos tradicionales, son claves. «Puede que nuestros hijos hayan pasado momentos de estrés que podrían afectar a su correcto desarrollo emocional. La vuelta al cole va a suponer todo un revulsivo para los más pequeños por eso es tan importante que sigamos fomentando, de forma segura, el juego junto sus compañeros», ha argumentado la psicóloga. El juego como método de aprendizaje En definitiva, una de las grandes revelaciones de este estudio es que jugar y realizar actividad física y deporte no implica solo diversión, si no que cuando los niños realizan estas actividades están aprendiendo y se consolidan muchos procesos intelectuales. De hecho, el 99,5 de los padres entrevistados considera que el juego es clave en el desarrollo de los niños. «Creemos firmemente en que todos los niños deben tener la oportunidad de disfrutar lo máximo posible de su infancia. A través del juego y la actividad física, los más pequeños de la familia pueden ser más felices en su día a día», director de la categoría de galletas Príncipe en Mondelēz International en España. «Por esta razón, nos queremos comprometer y participar en proyectos que a través de la promoción de la actividad física buscan que cada niño sea más feliz».
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